livingdestacadaCon el objetivo de reforzar cada vez más el rol emprendedor de los estudiantes, la Facultad de Ingeniería realizó una actividad para estimular la inventiva personal a través del enfoque en primera persona, de seis emprendedores. Bajo la modalidad de un “Living de Emprendedores”, los disertantes contaron cómo montaron sus propias empresas, a las que hoy se dedican con esfuerzo y una gran satisfacción personal. La actividad se realizó en el marco del Proyecto de Extensión Para Emprendedores (PEPE) y fue organizada por la secretaría de Extensión y Transferencia a cargo del ingeniero Marcos Lavandera.

La propuesta realizada en el Auditorio, también reunió a dos referentes en la temática, quienes hablaron del rol de la universidad en la formación y fomento de la cultura emprendedora: el integrante de la Fundación Redes de Conocimiento, licenciado Esteban Campero y la Lic. María Eugenia Líbera, directora del Proyecto “Acompañando Emprendedores” de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP).

Con especial hincapié en la formación de estudiantes emprendedores, el licenciado Campero subrayó la importancia de incluir contenidos del área en materias de grado, y remarcó el papel fundamental de la universidad en el desarrollo de herramientas y estrategias para fomentar la cultura emprendedora, y la creación de empresas. Durante la disertación, resaltó que “la universidad tiene la obligación de garantizar la igualdad de oportunidades para que los estudiantes puedan recorrer el camino de emprendedor. Es cada vez mas importante generar ámbitos de apoyo y sobre todo generar un espacio de acumulación de redes y de capital social”.

La Facultad de Ingeniería hace tiempo que adhiere a iniciativas como el Programa Regional de Emprendedorismo e Innovación en Ingeniería (Precitye), a través del cual se formaron a más de 300 docentes de todo el país, para integrar los contenidos curriculares con la formación de emprendedores. Este escenario se está planteando también en el conjunto de las universidades nacionales, como un estímulo a ciertas competencias que se reflejan en el crecimiento de una sociedad. En este sentido, se presentó el proyecto “Acompañando emprendedores” de la UNMdP, que surgió luego de la crisis socioeconómica del 2001.

María Eugenia Líbera contó que fueron convocados desde distintas organizaciones y el municipio “a fin de poder dar algún tipo de respuesta a la situación y herramientas concretas que se pensaban que desde la universidad en estos momentos íbamos a poder dar. La realidad fue que nosotros terminamos aprendiendo mucho los emprendedores principalmente de proyectos de la economía social”, aseguró.

De acuerdo a la secretaria de Extensión de esa universidad, “la formación de profesionales se realiza para que tengan competencias que puedan contribuir en cada uno de los pequeños objetivos planteados”, y agregó que “fomentar la cultura emprendedora con la creación de empresas, se puede hacer en distintas instituciones. Hay que pensar cuál es el rol diferenciador que tiene la universidad”.

Que se pueda conocer y aprender desde la experiencia directa del emprendedor, fue el objetivo del living de emprendedores. Los referentes además, respondieron preguntas de estudiantes y público en general que participó de la jornada. Incluso estuvo presente el decano de la Universidad Fasta Roberto Giordano Lerena, con quien la Facultad ha trabajado en la temática. Contaron su experiencia como emprendedores Horacio Martin de “Carpinterías Maras”, los ingenieros Pablo Berardi y Mario Secco fabricantes de artículos de limpieza, el estudiante de Ingeniería Matías Sgarboza de “LIbralas”, Martín Graff de “Jaulas Marjumar” y Federico Cicconi de “Lonera del Centro”.

Experiencias emprendedoras en primera persona

Para los ingenieros Pablo Berardi y Mario Secco, la búsqueda de su propio emprendimiento surgió de una idea que tenga un valor agregado a lo que querían hacer, fabricar productos de limpieza. “Empezamos investigando sobre el tema, hicimos pruebas pilotos y cuando vimos que la cosa caminaba, aprovechando nuestros conocimientos en ingeniería le dimos más empuje y alquilamos un local”, contaron. “La idea de emprender, básicamente, es hacer algo que tenga sentido, les guste y que sepan hacer. Uno tiene que innovar pero en algo que sepa hacer”, aconsejaron.

Horacio Martín contó que al terminar el secundario se fue a estudiar a La Plata, donde trabajó y estudió a la vez, y por la situación económica tuvo que volverse a pocas materias de terminar la carrera de Ingeniería Forestal. Se formó en carpintería con cursos y carpinteros locales con los cuales trabajaba gratis para aprender el oficio, y con sus primeros trabajos se compró la primera máquina de carpintería. “Así arranqué”, contó. Logró hacerse conocido tras exponer en la Expo Rural y en un galpón de la incubadora de empresas municipal.

Actualmente tiene su propio galpón con maquinarias bien equipadas y empleados. “Me animé a sacar un crédito de microempresas y lo hice con mucho esfuerzo y responsabilidad. Hay 4 empleados que tuve que montaron su propia carpintería y yo siempre los incentivo a que lo intenten solos”, contó.

El estudiante de Ingeniería Civil Matías Sgarboza explicó como creó las “libralas”, un accesorio que permite leer sin necesidad de ocupar ambas manos, pensado en otro país pero que no se comercializa en la Argentina. “Hace dos años empezamos con una migo a producir esto y después de pruebas y errores llegamos a un producto que nos gusta”, explicó el estudiante. “Tuvimos un período muy largo de ensayo y error, y ahora tenemos las libralas, de acrílico y con motivos personalizados. El proyecto es incipiente, pero lo presentaremos en la Feria del libro d en Tandil y de Olavarría”, dijo el emprendedor que comenzó a comercializar su producto hace tres meses.

Martín, que trabaja en la Facultad de Ingeniería, impulsó un emprendimiento familiar y fabrica jaulas para mascotas, coballos, conejos, gallinas, etc, con su mamá y papá. Su primera venta fue online a través del portal Mercado Libre y ya lleva cinco años de emprendimiento. “Emprender requiere mucho trabajo. No sabíamos mucho de jaulas pero cuando mi papá hizo su primer ejemplar yo la publiqué y la vendimos en Gualeguaychú”, detalló. “Gracias a este emprendimiento mi papa pudo dejar el campo y trabajar de esto. Me considero un emprendedor porque uno ha lidiado con muchas cosas y estamos de lleno en la fabricación”, aseguró Martín Graff.

Finalmente dio su testimonio Federico Cicconi de “Lonera del Centro”, quien estudió Ingeniería y luego continuó por otro camino: el de su propia empresa. En julio de 2012 habló con sus padres, quienes lo ayudaron a sacar un crédito bancario y así logró con su socio amigo alquilar en noviembre un galpón sobre calle Pellegrini que tiene una ubicación estratégica en cuanto al tránsito de camiones. Hoy en día tiene muchísimo trabajo y disfruta de ser su propio jefe. Situación a la que llegó, al igual que el resto de los emprendedores, con paciencia, conocimiento, trabajo, responsabilidad e incentivo.

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