zottotapaSon las experiencias y las pasiones las que forjan a lo largo de la vida la propia identidad. Durante esa construcción los caminos se bifurcan y los sentidos se vuelven una guía en lo más profundo del ser: "uno se codifica hasta donde se quiere encontrar", resume Guillermo Del Zotto, escritor y docente de la FIO. También periodista, hace una década que dicta talleres de literatura en la Facultad y define el trabajo de sus cursos como una búsqueda de identidad, que ya se ha visto reflejado en la publicación de novelas y muestras.

Este año la iniciativa se diseñó especialmente para los estudiantes de las carreras de la Facultad y se materializó en un taller de Literatura Potencial con el método Ou.Li.Po, propuesta que une la matemática con la literatura y cuyo propósito es proporcionar formas literarias partiendo de estructuras matemáticas novedosas. "A veces surgen inquietudes muy grandes a través de lo literario, y el taller intenta proveer las herramientas para trabajarlas", dijo el escritor. "Las carreras académicas son muy estructuradas para que ese conocimiento sea un capital y la personalidad es más subjetiva, por eso existe la posibilidad de que uno encuentre cómo ser ingeniero con una expresividad propia", agregó. Los espacios artísticos muchas veces se constituyen como experiencias de descubrimiento personal, íntimo y hasta liberadores. Esa práctica a través del ejercicio literario propone contribuir a la búsqueda de una "voz propia", brindar herramientas para la expresión.

Fue esta vocación por la literatura y la búsqueda permanente de una escritura propia la que llevó a Guillermo Del Zotto a conocer a Ignacio Hurban, o ahora Guido, el nieto recuperado de Estela de Carlotto.

El arte como motor del encuentro

Se estima que durante la dictadura de 1976 a 1982 en la Argentina, más de 400 hijos de detenidos-desaparecidos fueron expropiados por los militares en complicidad civil. Más de 35 años después continúa la búsqueda de esos bebés, hoy ya hombre y mujeres, que en su mayoría desconocen sus orígenes. Ignacio Hurban se convirtió en el nieto recuperado número 114, luego de que en junio algunas dudas lo condujeran a Abuelas de Plaza de Mayo. Una vez confirmada la novedad el músico habló en conferencia de prensa y se refirió a algunos "ruidos en la cabeza", como por ejemplo no poder descifrar dónde nace su pasión por la música, cuestión que entendió cuando conoció la historia de sus padres biológicos.

002"Uno a veces duda del arte pero él mismo dijo en público que hace música porque hacer arte es hacer política. Es un buen lector y su bagaje redunda en una plenitud como artista. Eso te lo da la apertura de otras áreas. Sin resentir la carrera base, lo otro lo alimentan la literatura, el teatro, coro, o yoga", agregó Del Zotto en referencia al resto de los talleres gratuitos que se dictan en la Facultad.

Su relación con Hurban comenzó hace muchos años, cuando Del Zotto dirigía el suplemento de cultura "El Subsuelo", publicado en el diario local donde trabaja hace más de 20 años. La publicación intentaba reunir miradas de las distintas ramas del arte. "Ignacio era un músico al que en un momento le divulgué su obra, y se me ocurrió proponerle escribir para el suplemento", contó el escritor. A partir de ese momento, fueron compañeros de "trabajo cultural", como definió el mismo director de la Escuela Municipal de Letras. "La amistad vino después de trabajar juntos, es casi imposible continuar con proyectos con alguien que no es tu amigo pero él también tiene sus amigos de la infancia", detalló.
Ignacio Hurban, o Guido Montoya Carlotto, además de integrar varios conjuntos musicales es el director de la Escuela de Música. "Trabajamos muy juntos y tenemos algunas otras coincidencias estéticas que llevó a que hagamos un espectáculo de jazz y literatura, otro de tango y literatura, y actualmente estoy trabajando con un taller de murga que está en la Escuela de Música, aportando letra. Tenemos una cantidad de proyectos de actividades, cada uno en lo suyo, por un lado, y a veces mezclados", señaló el escritor.

Un camino hacia la memoria

El hecho revolucionó Olavarría, tanto al círculo íntimo del pianista como al resto de la comunidad que permanecía ajena a los acontecimientos ocurridos durante el Terrorismo de Estado. En ese mar de sensaciones que se desató, no fueron pocas las personas que se replantearon su propia identidad, sus orígenes. "A uno como amigo y al grupo cercano creo que también, nos llevó a replantearnos quiénes somos, qué hacíamos", expresó Del Zotto. "Algo que fue muy loco y que se admitió desde el juzgado que sigue la causa, es que Ignacio se enteró media hora antes que todos nosotros, los vecinos, los amigos, los compañeros de trabajo. Fue casi un transcurrir paralelo en tiempo real y provocó una alegría mezclada con preocupación", señaló el artista. "A medida que vemos que las cosas con su pasado, de su presente y de lo que puede ser su futuro se acomodan, nos vamos poniendo más tranquilos. Pero creo que no va a ser la vida igual ni como hijo, persona social ni como artista", señaló.

El arte libera, expresa lo profundo del ser y obliga a una búsqueda interna que marca una dirección. Las vivencias se traducen en expresiones literarias, musicales, artísticas, que reflejan una identidad. Esa búsqueda que Del Zotto potencia a través del taller literario, estima que no afectará el trabajo musical de Ignacio Hurban. La búsqueda de su identidad lo encontró muy afirmado en su carrera musical y en un momento muy importante de seguridad, "en lo que quería hacer como músico y como artista. Ahora le viene la otra parte de quién ser como persona. No creo que la obra de Pacho se resienta ni para un lado ni para otro", sostuvo. Para graficar mejor la idea, se refirió al "Sendero de la Memoria" diseñado por el artista local Daniel Fitte e inaugurado en marzo de 2011 en el Complejo Universitario Olavarría.

003En el momento que el Sendero se inauguraba, paralelamente se realizaba una actividad en el Centro Cultural Hogar San José con la presencia del poeta Jorge Boccanera, organizada por Guillermo Del Zotto. "Nos había dado bronca que se superpusieran las actividades, porque ambas eran importantes". Ese día, Ignacio Hurban interpretó la música que había escrito para tres textos de Boccanera, artista exiliado del país en la dictadura y muy comprometido con los derechos humanos. Esa misma tarde Daniel Fitte inauguraba el Sendero de la Memoria en el CUO de la Unicén. "Cuando uno se pone a pensar en esto que pasó toma mucha más dimensión", expresó el docente.
La instalación de Fitte se compone por mojones (cubos) de hormigón que tienen el sentido de guiar el camino de quienes lo transitan, que pueden optar por ignorarlos, esquivarlos o pasar por encima. "Me parece coincidente y creo que el Pacho está a la mitad de camino. Esa es la idea conceptual de Daniel, quien hace poco me comentaba que en esta situación, la que realmente tuvo suerte de que su nieto sea Ignacio es Estela de Carlotto", contó Del Zotto.

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