clara destEmpezar una carrera universitaria es un desafío importante en la vida de un estudiante, y si para hacerlo hay que derribar algunas barreras, el valor es agregado. Ese es el caso de Clara Martínez, que dejó su Paraguay natal y el idioma guaraní atrás, para estudiar ingeniería industrial en la Facultad de Ingeniería de la UNICEN. Alentada por su tía, que vive en Olavarría, esta joven de 19 años se instaló en la ciudad y piensa convertirla en su hogar por los próximos años.

Junto a más de 200 ingresantes, Clara realizó el programa de ingreso en el que conoció a algunos de los docentes y compañeros que la acompañarán durante su carrera. El trámite de inscripción no le llevó mayores dificultades, ya que sus tíos pudieron ayudarla. "La gente es muy amable. Pensé que como extranjera iba a estar más aislada pero la gente es muy buena", remarcó la joven de 19 años. Martínez es oriunda de Caacupé, capital del Departamento de Cordillera, donde cursó un año de ingeniería comercial. "Es muy similar a ingeniería industrial, así que tengo una idea de lo que se viene, espero que no se me complique tanto", indicó.

Respecto a Olavarría, señaló que "es una ciudad tranquila comparado a donde yo vivía, es muy limpia", sostuvo Martínez, que en Paraguay hablaba en guaraní, como la mayoría de sus habitantes. "Extraño mucho hablarlo, pero lo hago cuando me comunico con mi familia por Facebook y por teléfono", aseguró la estudiante de la FIO, que en un futuro considera desempeñarse profesionalmente en la Argentina.

Cruces culturales

claraComo al resto de los estudiantes latinoamericanos que este 2015 comenzaron a estudiar en la Facultad de Ingeniería, a Martínez le gustaría conocer la capital argentina, Buenos Aires. Es que además de ella, hay dos jóvenes de República Dominicana y un estudiante de Ecuador, que cruzaron las fronteras para llegar a la Casa de Altos Estudios.

"Quiero terminar la carrera, a veces se me complica porque me siento rara, pero tengo muchas ganas", dijo, y deslizó que le gustaría ejercer su profesión en Olavarría "porque es tranquila", remarcó Martínez.

En nuestra ciudad probó el mate y contó que en Caacupé toman tereré con agua bien fresca, porque el clima es bastante cálido. También conoció las empanadas, "muy ricas", y contó que una de las comidas típicas de su país es la sopa paraguaya. Es un plato de raíz guaraní parecido a una tarta. Lleva huevos, leche, queso y harina de maíz, ingredientes que fácilmente podrá encontrar en los supermercados locales. Así, Clara podrá sentirse aunque sea un poquito más cerca de su hogar, pero con la fuerte convicción de que en la Facultad de Ingeniería está su futuro.

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