Cuando los jóvenes finalizan sus estudios secundarios y se embarcan en la fascinante travesía de comenzar una carrera universitaria, surgen algunos factores que los llevan a replantearse su decisión. Adaptarse a un nuevo ritmo académico, enfrentarse a contenidos más complejos, específicos, y apropiarse de la esfera universitaria, son escenarios habituales que desafían la elección de seguir determinada carrera. En este sentido, la Facultad de Ingeniería de la UNICEN decidió reforzar el acompañamiento de los ingresantes, y de esa forma aumentar el nivel de permanencia en las carreras elegidas.

Con un incremento de estudiantes que aprobaron las materias del primer año en el 2014 en relación con el 2013 (casi el doble), el Equipo de Gestión de Ingeniería fijó un marcado objetivo de seguir aumentando esa tasa de éxito, a través de una modificación en el Programa de Ingreso, el refuerzo de tutorías, becas y otros programas de incentivos.

Este año hubo, en la unidad académica de Olavarría, 245 inscriptos de todas partes del país, así como de República Dominicana, Paraguay y Ecuador, que comenzaron algunas de las ocho carreras que ofrece. Además, hubo cerca de 90 ingresantes en la subsede de Quequén y 80 en Ingeniería en Seguridad e Higiene, que suman más de 400 estudiantes que actualmente están accediendo a una carrera de grado, pregrado o capacitación.

Respecto a años anteriores se registró un crecimiento en la cantidad de inscriptos, que el decano de la Facultad de Ingeniería, Marcelo Spina, le atribuye a varias iniciativas entre las que se encuentra la visibilidad del Plan Estratégico de Formación de Ingenieros, la comunicación a los sectores jóvenes que están en la escuela media, las políticas de la institución orientadas a los estudiantes secundarios, y las actividades de promoción que se realizan durante todo el año. “Representan un cúmulo de acciones que hacen que la facultad sea tomada como una opción al momento de elegir una carrera de corte tecnológico”, sostuvo el ingeniero.

La relación con el estudiante

“Este año queríamos trabajar fuertemente en mejorar los indicadores de retención en el primer año, y para eso modificamos el Programa de Ingreso dotándolo de mejoras de contenidos en algunos casos, resolución de problemas, y espacios de lectoescritura y oralidad”, explicó Marcelo Spina. Y agregó que “también se trabajó en seminarios de introducción a cada una de las carreras, donde los jóvenes pudieron conocer si los contenidos se relacionan con su vocación”. Al ser obligatorio, el nuevo Programa apuntó durante un mes y medio, a una introducción temprana y constante del ingresante al ritmo universitario. “En otros años esto no sucedía en el curso nivelatorio, y los estudiantes se ausentaban del aula”, indicó.

Esta nueva metodología involucró a más de 50 docentes de toda la Facultad, que a través de los seminarios y talleres lograron un contacto más directo con el ingresante, una sinergia de conocimientos mutuos en capacidades, potencialidades y habilidades de cada uno.

“Durante el Programa de Ingreso se hicieron comisiones de trabajo que las consultas sean más, y totalmente directas. Esa forma de trabajo lo replicamos en todas las materias de primer año”, adelantó el decano. “Estamos abiertos a hacer las correcciones necesarias. Y también es un desafío adaptar a los docentes a la comprensión del manejo de las técnicas y las tecnologías de la comunicación para estos jóvenes digitales. Todas estas cuestiones las tenemos en cuenta en un tipo de organización flexible como la nuestra”, aseguró Spina.

Primeras experiencias

Entre los beneficios que destacan la oferta universitaria de Olavarría están incluidos el transporte gratuito, el comedor universitario con tarifa reducida, la residencia universitaria y las becas UNICEN y Bicentenario. “Además tenemos un entorno que nos permite dialogar con cada uno de los estudiantes sin que sea un número”, reflexionó el ingeniero. “En eso tiene que ver el Programa de Tutorías, un acompañamiento de ingresantes y aspirantes que ha colaborado para que ante el primer fracaso o dificultad, los estudiantes no se demoren demasiado en recomponerse”, sostuvo Spina.

Este año la Facultad pretende fortalecer las Tutorías con más estudiantes tutores y asistencia. “Si una suma todo esto, empieza a tener un volumen de atención del ingresante, del estudiante que está en primer año, que nos permita mejorar el transcurso del primer año sin dificultad o con las dificultades normales”, explicó.

Las carreras tecnológicas

Desde hace años el área de Orientación Vocacional de la FIO realiza un relevamiento en escuelas secundarias, para evaluar las tendencias en materia de educación superior, de los estudiantes del último año. En estos informes, se detecta que el grueso de jóvenes que se interesa por una carrera de corte tecnológico es absorbido por la institución local.

Un ejemplo de ello es la oferta de Ingeniería en Agrimensura, abierta en el año 2014 y que concentró a un gran número de los nuevos ingresantes. “Fue un polo de atracción para muchos jóvenes de la región, una suma real y efectiva”, remarcó el decano.

Pero para aquellos que no se deciden por una orientación o la otra, recientemente se estableció el Consorcio Pro Ingeniería, un acuerdo entre universidades nacionales del territorio bonaerense, a través del cual todos los alumnos que hayan aprobado dos años de las ingenierías podrán cambiarse de facultad presentando solamente un certificado, que les reconocerá lo realizado. Esto afirma una idea de movilidad de los estudiantes. Asimismo, permite ampliar la oferta académica de las universidades y abre puertas a las carreras de ingeniería que entran en sintonía entre sí y se complementan mutuamente.

Nuevos proyectos

Por este rumbo orientado hacia la potencialidad de recursos y la innovación tecnológica, la Facultad de Ingeniería accederá a un financiamiento adicional que ya está aprobado por la Secretaría de Políticas Universitarias, para seguir incrementando éstas políticas. Así, las crecientes acciones con tutorías, de formación docente e inversión de equipamiento se materializarán en el progreso académico y formación de profesionales altamente capacitados, rasgo distintivo de la institución local.

En este sentido, se está trabajando en un centro de innovación, incubación de proyectos y emprendedorismo que se concibe como un espacio para que los estudiantes avanzados puedan materializar proyectos, orientar su Trabajo Final de Carrera, y a la vez brindar un servicio para responder a las actuales demandas tecnológicas y sociales.

Las acciones de la gestión de la FIO no hacen más que reflejar el empeño institucional en la formación de recursos capacitados, integrales e inmersos en una compleja trama social, con el emprendedorismo, el avance tecnológico y la resolución de conflictos como modelos a seguir.