nolasco destSe sorprende ante la pregunta. Piensa unos segundos. Y dispara: “Mujer. Madre. Profesional. En ese orden. Que no es cronológico, es un orden de valores”.

Ocurre que para entrevistar a Susana Nolasco, docente e investigadora de la FIO, hay que elegir entre sus múltiples roles. Y de cada uno tendrá historias para contar.

“En principio, mujer y madre; y ahí está el sentido que uno le da a la crianza de sus hijos. Y después profesional, para lo que hay que tratar de coordinar todas las actividades y que una aporte a la otra. Porque la trayectoria profesional va a incidir en cómo vas a ir formando y los valores que vas inculcando a tus hijos. Traté de balancear todo. No es fácil, y más para una mujer. He dejado cosas, pero no he dejado de ser mujer ni madre por ser profesional”.

Su paso por la política y la gestión, es insoslayable al momento de trazar un perfil de Susana Nolasco.

“Esto no quiero que aparezca en la nota, pero mis hijos me han acompañado aún cuando trabajaba de Concejal (N. de R.: integró el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Olavarría, durante 1993 a 2001).Traté de llevar toda mi trayectoria profesional, mi paso por la Universidad como Ingeniera o investigadora, a la gestión. Y pude hacerlo. Uno arrastra a esos lugares su pasado, eso incluyó mi forma de ver las cosas, mi manera de relacionarme con la gente. No fue fácil, porque en esos cargos no hay sábado ni domingo. Tuve mucho acompañamiento, mi familia me ha acompañado siempre, aún a repartir boletas”, dice con una sonrisa de satisfacción no declarada.

Baja la voz cuando habla de ella misma. Pareciera que su modestia le gobierna el volumen. Porque cuando habla de la Facultad o de la Ingeniería, vuelve a entusiasmarse y el volumen acompaña ese empujón.

“Todo se va imbricando, porque en esos cargos aprendí a gestionar, y resulta que después, con el paso de los años, como directora de grupos de investigación, aplicás lo que aprendiste. No hay que olvidarse que yo estuve en el inicio de la investigación de la Facultad, con Nora (Eyler) y Araceli (Lavat) fuimos las primeras becarias que salimos de la Facultad, y regresamos después para realizar esta actividad en Olavarría. Entonces la investigación se fue gestando, y para hacerlo hay que ir gestionando, no es solo investigar: hay que aportar recursos, si no tenés los equipos te tenés que relacionar con otras instituciones; eso significa viajes, significa gestión. Al principio hay más investigación que gestión, pero después es al revés. Y además está la formación de recursos humanos, hay que estar con ellos: asesorarlos, acompañarlos, apoyarlos, buscando los temas de punta en los congresos, o en las últimas publicaciones, en las inquietudes manifestadas o por empresarios, para bajarlos al grupo”.

Suspira profundo cuando se le pregunta por qué no siguió militando o ejerciendo cargos en la función pública. “Cuando fui convocada como concejal, yo no militaba. Había sido Decana de la Facultad, y me convocaron. Nunca fui a buscar un cargo, siempre me llamaron. Es más, la renovación al cargo de Concejal me la entero por el diario. Para seguir en la política hay oportunidades o situaciones. Yo fui a trabajar a la política, y nunca tuve un perfil alto. Entonces, las cosas pasan, pero yo no juego mis convicciones por eso”, afirma sugiriendo más cosas que las que dice.nolasco

Se la nota cómoda en su ámbito, el de la docencia, la investigación y la transferencia. El sol pega entre los pupitres mientras Susana Nolasco respira profundo, y baja la voz hasta volverse casi inaudible: va a hablar de ella nuevamente.

“Sostener la escala de valores no es gratuito. A mí me gusta trabajar de noche con temas de docencia, investigación, evaluaciones; yo me voy a la tarde de la Facultad, pero no me olvido de la Facultad: sigo trabajando a la noche. Entonces, mi familia juzgará si hice bien o mal mi papel, pero lo traté de sostener siempre. Yo, cuando trabajaba en el Concejo Deliberante, me tenía que quedar a la noche revisando los cuadernos de mis hijos, mirando si habían hecho la tarea. Nunca lo dejé de hacer. Y ahora está mi nieto. Y próximamente, agregaré una nieta”.

Derrota su modestia al declarar que “en lo profesional, intuís si sos valorado, porque sentís que han tenido en cuenta algo que has hecho: yo me siento muy reconocida, hace años que me convocan para evaluar carreras en el exterior, o para trabajar en investigación o desarrollo”.

Vuelve a sorprenderse ante la pregunta del comienzo, ahora trasladada a su actualidad. “Hace dos semanas, por ejemplo, estuve con mi hija, así que me dediqué a ejercer como abuela. Y la semana siguiente, me fui a evaluar una carrera de Ingeniería en Paraguay. Eso es una respuesta”, dice, y sonríe. “Si tuviera que responder por mi escala de valores hoy en día, por suerte puedo decir que lo mantengo: mujer, madre, profesional, en ese orden”.

facefio
twfio
youtubefio
instagramfio