Con la reelección para un nuevo período en sus manos, lo que pudo ser un mensaje de cierre de gestión se convirtió en la plataforma de una instancia renovada. Marcelo Spina repasa lo actuado antes de poner la mira en lo que viene.

 

 • 26 de diciembre de 2016

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Marcelo Spina.

“Me parece que hicimos un gran esfuerzo por volver a poner la Facultad en la agenda pública de la comunidad”, dispara Marcelo Spina frente a un grabador que espera la revisión de lo actuado en el cierre de su gestión. “Esto se visualiza a través del impacto que nuestros Programas institucionales han tenido en el afuera, y también a través de la comunicación. Hay un sistema que realimenta la calidad interna, pero que arranca afuera: en la medida que tengamos una mayor visibilidad y, por lo tanto, una mayor demanda, vamos a tener una mayor presión para lograr los argumentos de modificaciones estructurales”.

Afortunadamente, la FIO ha conseguido en el territorio que habita un reconocimiento que ya nadie discute. Sin embargo, Spina cree que hay que ir por más.

"La Facultad, si bien ya tiene una trayectoria de mucha rigidez, orden, calidad y prestigio, requiere también estar amoldada a las dinámicas sociales. Y en esto, podés ir más rápido o más lento y el problema no pasa por ahí, sino por estar armónico con ese desarrollo".
Marcelo Spina

La preocupación de la Gestión reelecta por acercarse al entorno parece definir las perspectivas a futuro. “Trataremos de ir a un modelo más flexible de organización, que interactúe vertical y horizontalmente”.


Cal y arena
Ingeniería como disciplina profesional recibió apoyos de parte del Estado, desde que la profesión fue puesta en prioridad a nivel nacional. “Esto no ha terminado de impactar porque estas cosas son lentas; por lo tanto todavía no repercute en una mayor cantidad de inscriptos, o mayor tasa de graduación, u otra visualización social de la profesión. Pero ha sido un avance.”, afirma Spina.

“A la vez, tenemos una gran respuesta de los municipios de la región. Siempre ha sido así, y los últimos años no fueron la excepción. Me parece que ahora, que en la gran mayoría se trata de gobiernos municipales nuevos, están viendo que la FIO puede ser un apoyo para la gestión de proyectos”.

Sin embargo, no todo es armonía en esta mirada: con la Municipalidad de Olavarría “tuvimos históricamente un proceso de maduración y articulación inclusive lograr que el estado municipal sea un promotor de ciencia y tecnología aplicada. Pero ahora se ha frenado, nos cuesta engranar con la gestión actual. Seguimos confiando en que va a mejorar, y estamos dispuestos. Pero cada día que pasa y no se aprovechan las capacidades instaladas es retroceso”.

Salir a la calle
Spina destaca la evolución en el vínculo con otras organizaciones intermedias. Aún admitiendo que se está lejos del techo en el potencial para esos vínculos, resalta el hecho de estar en la mesa de diálogo de la industria, a través del Centro Industrial y el Parque Industrial, o con los empresarios. “Creo que si queremos ser referentes nacionales o regionales en algún tema, primero tenemos que demostrar que somos útiles en nuestro entorno. Nuestros docentes deben poder interactuar con los empresarios, con las problemáticas reales, con las ONG, con las Cámaras y los otros niveles educativos autogestionando vínculos. Ahí hay un gran trabajo para hacer”.

Las energías de la nueva gestión Spina en el Decanato, apuntan al capital humano. Habiéndose instalado como institución en un reconocido sitial de privilegio, la intención es levantar la vara: “Esto alcanza a Docentes como Nodocentes; hay que poner extrema atención a la relación con el medio. Tenemos herramientas, que nos permiten darle flexibilidad a la relación y el personal debe estar muy atento a esta necesidad, para adaptarse a un requerimiento renovado”.

Balance positivo
Sin necesidad de pedirlo, a Marcelo Spina le brota el relato de los logros de su período. “Hay mucho para rescatar”, se entusiasma. “Hemos incrementado la Planta Académica; pusimos en marcha la carrera de Ingeniería en Agrimensura y conseguimos todos los recursos económicos para que funcione, desde el día cero; lo mismo Logística Integral en Quequén; la Licenciatura en Tecnología Médica fue un avance más, que marca hacia dónde queremos ir con el tema; el acuerdo logrado con la misma Universidad para traer el MBA, con gran número de participantes; las Diplomaturas, como Ergonomía; los dos ciclos en paralelo de Seguridad e Higiene, con más de 100 estudiantes de todo el país por año. Y me parece que tenemos que ir hacia tener más oferta en la capacitación formal”

Investigar desafíos
La Investigación se ha ido convirtiendo en uno de los temas importantes de la unidad académica. Marcelo Spina relata su visión del tema. “Hoy vuelve a haber un desafío para las Universidades, y es que cada una empiece a manejar sus propias líneas de investigación que crean prioritarias, porque hay temas nuevos. Todo lo que se ha asentado vía unidades ejecutoras y CONICET, es porque eran grupos ya establecidos, que tenían líneas de trabajo consolidadas con muchos años, y tienen la fuente de financiamiento y pueden acceder a ella. Pero hay temáticas nuevas en la región, que hay que abordarlas. Entonces, la Universidad tiene que volver a gestar instrumentos para potenciar esta dinámica. Ese es el desafío que se viene en la materia acompañada una política de formación de RRHH”

Mis ladrillos
En el campo edilicio, el período 2012 – 2016 ha marcado la readaptación de los espacios existentes, tanto en mobiliario, equipamiento, mantenimiento, iluminación, tecnología educativa.

Spina sostiene que “tenemos aulas antiguas, en cierto sentido; pueden servir para una conferencia, pero no para trabajar en grupo, armar equipos o estar interconectados. El pabellón que se está construyendo en este momento apunta a eso. Y el mobiliario debe adaptarse también, algunas con modelo de aula- taller. Eso está proyectado.

Consultado sobre el Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación (CDEI), tanto en lo edilicio como en lo político - operativo, el Decano reelecto cree que “hizo visible un espacio físico de encuentro al que pueden asistir emprendedores, pero también sirve para cuestiones sociales, que suelen ser el primer eslabón del vínculo. Esto se va a valorar con el tiempo, porque es el lugar en el que se pueden llevar adelante muchas actividades de vinculación, que tienen que ver tanto con la economía social como con la economía productiva y la incubación de empresas”.

Volver a hacerlo
Respecto del recurso humano y a tono con su visión a futuro, Spina anuncia que “tenemos que armar una planificación estratégica de los recursos humanos de la Facultad, para lograr su crecimiento y su formación. Hay que volver a dar el mismo proceso que se dio a principios de los 90, cuando se formó la gente para que sea la masa crítica actual.”

Los ejes sobre los que asienta la revisión están bien definidos: gestión de la innovación, bioingeniería, energías, y alimentos. “Esto no lo hemos inventado nosotros”, aclara Spina, “tiene que ver con el desarrollo estratégico de Argentina 2020, que asigna estos temas prioritarios para el centro de la Provincia. Los temas están ahí, y no le pertenecen a una sola carrera sino que son interdisciplinarios, e incluyen a todos los actores sociales”.

La FIO, a examen
El otro tema que desvela a la nueva Gestión, pasa por cerrar la Evaluación interna, para llegar a certificar normativas, tanto de Laboratorio como institucional. “Vamos a crear un Área de Acreditación y Control de Calidad, que va a trabajar en modo descentralizado respecto de las Secretarías, como para tener indicadores permanentes que nos digan si estamos dentro de la Planificación Estratégica o tenemos desvíos para corregir acciones. Con este modelo pretendemos nos acerque a una acreditación internacional. Cuando tenés un sistema auditado que cierra el lazo entre la acción y lo planificado, la calidad pega un salto. Eso nos acercaría a una madurez institucional muy atractiva”.

 

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