Una comisión intrauniversitaria trabaja para el abordaje integral de la problemática.

• 30 de agosto de 2017

Desde el año pasado, cuando la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires aprobó un protocolo de actuación ante casos de discriminación y violencia en el ámbito universitario, la Facultad de Ingeniería de Olavarría hizo del tratamiento de esta problemática, una política institucional. En adhesión desde el momento cero al movimiento #NiUnaMenos, y haciendo pie en el abordaje del tema en un ámbito donde las ciencias exactas a primera vista parecen no tener que ver con perspectivas de género, Ingeniería busca discutir y erradicar el flagelo.
“La tarea es tan compleja como la problemática”, señaló la Nodocente Olivia Orsatti, quien junto a la graduada Lucinda Pellizari, el secretario de Extensión Gastón Barreto y el Nodocente Santiago Andía, representan a la Facultad de Ingeniería en una comisión universitaria que está diseñando el programa de abordaje. ¿Qué hacer en estos casos? ¿Cómo proteger y contener a la víctima? ¿Cuál es el rol de las autoridades? Todas estas preguntas deberán encontrar respuesta en breve. “El protocolo no es sancionatorio, y apunta al acompañamiento y asesoramiento a las víctimas, que también son asistidas en el caso que deseen cursar denuncias en el ámbito judicial, extrauniversitario. En este sentido, el objetivo es reparar el daño y evitar que vuelva a ocurrir”, sostuvo.

Para todos y todas
Sin compromiso se hace difícil. “El gran desafío es que las personas discutan el tema. No tener que esperar a que nuestra compañera de estudios, de trabajo, una amiga o una hermana sufran violencia, de ningún tipo, simbólica, física ni verbal”, consideró la Nodocente. “Podemos hacer mil campañas de difusión sobre el protocolo, pero si los estudiantes no comprenden que viralizando una foto sin consentimiento están violando el derecho de otra persona, si no entendemos que los comentarios machistas hacen daño, o si las y los profesores consideran que por dictar una materia basada en cálculos y números, no les corresponde tener perspectiva de género, es una causa perdida”, subrayó.
A lo largo de los últimos meses, la FIO ha realizado campañas de difusión, talleres con docentes, Nodocentes y estudiantes con la colaboración de Silvana Valente, integrante de la Mesa local contra la violencia y la Defensoría General. Y si bien la idea es “comenzar en casa”, también se han llevado adelante acciones para la comunidad en general: este año se realiza la segunda edición de un taller de emprendedorismo a cargo del CDEI, junto a la Dirección de Políticas de Género municipal. Este curso, gratuito, contempla también un espacio de cuidado para niños y niñas y favorecer así, la asistencia de madres que buscan una salida económica social. Como acción más reciente, se difundió una encuesta sobre violencia de género en la unidad académica, con el objetivo de analizar el panorama con datos concretos.
Las consultas y denuncias de casos de discriminación y violencia de género son actualmente recepcionadas por el área de Bienestar Estudiantil, “debiendo la persona ser escuchada en su exposición sin menoscabo de su dignidad y sin intromisión en aspectos que resulten irrelevantes para el conocimiento de los hechos”, según el artículo 5 del Protocolo. En Ingeniería, los actores de la comunidad universitaria pueden acercarse al primer piso del edificio central, llamar al 451055 interno 253 o escribir a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Esfuerzos UNICEN
Con todo, hay un largo recorrido por delante, en consonancia al extenso camino que la sociedad en general debe transitar para erradicar la violencia de género. En paralelo a la alfabetización de la comisión que trabaja en el programa, el debate y la redacción del mismo, existen herramientas para poner en marcha; así lo hizo la Facultad de Ciencias Humanas, con la implementación de una Cátedra Libre de “Género, Sexualidades y Violencia”, diseñada para dictarse en las diferentes unidades académicas que lo requieran, ya que excede a las disciplinas científicas como tales.
A falta de la problemática en la currícula de las carreras, la Universidad va encontrando respuestas para concientizar sobre el tema. “La ausencia de la problemática de género en la currícula del plan de estudios –por no mencionar el tipo de prácticas del currículum oculto- de nuestras carreras debe ser concientizada, debatida y reconocida para comenzar ese trayecto que implique comprometernos auténticamente con esta realidad. Solo desde ese lugar podremos asumir la lucha por la igualdad de género, por la erradicación de la cultura patriarcal y la violencia androcéntrica y de la heteronormatividad”, presentaron desde la cátedra libre.
Si bien la tarea es brindar respuestas dentro de la universidad, es un desafío y una responsabilidad social abordar el tema, hablarlo, debatirlo en todo ámbito, y en particular reflexionar (sin dejar de celebrar la iniciativa) por qué las instituciones educativas deben desarrollar políticas de protección a las mujeres y minorías sexuales, en pleno siglo XXI.