Un grupo de estudiantes de primero y segundo año hicieron un relevamiento en el Hospital.

• 13 de junio de 2018

El acercamiento con el campo laboral durante los primeros años de la carrera es fundamental para mantener el entusiasmo. Y así se encuentra un grupo de estudiantes de la Tecnicatura Universitaria en Electromedicina de la Facultad de Ingeniería, realmente motivados tras analizar el funcionamiento de la fábrica de medicamentos del Hospital Municipal de Olavarría, en el marco del Seminario de Estructura y Regulación de los Sistemas de Salud, dictado por el Dr. Raúl Pitarque.

El grupo está compuesto por estudiantes de primer y segundo año: Milagros González, Agustín Guevara, Braian Green, Luciano Ríos y Valentín Steffen. Como primer paso entrevistaron a la farmacéutica Ana Ronco, que es una de las fundadoras de la iniciativa, y conocieron las instalaciones de la fábrica, en el centro de salud.

La fábrica de medicamentos del Hospital funciona desde 1995. Desde su inicio y hasta 1996 la capacidad de elaboración en la fábrica solo alcanzaba a medicamentos comprimidos, posteriormente se dio comienzo a la fabricación de jarabes, gotas, cremas y líquidos y en el año 1998 desarrollaron la producción de medicamentos inyectables. “Todos estos productos pasan por controles de calidad de la ANMAT”, explicaron los jóvenes. “Gracias a este aumento de disponibilidad se logró aumentar la cantidad de pacientes que podían obtener estos medicamentos ya que se agregaron más categorías a la entrega durante la crisis de 2001. En esa época incluso, se hicieron convenios con 17 municipios para abastecerlos con la producción de medicamentos del hospital de Olavarría”, detallaron en su trabajo final.

En primera persona

El laboratorio está dividido en 4 partes, una sala común, una parte de polvos, una parte de líquidos y cremas y otra parte de inyectables. Para extraer el polvo utilizan una aspiradora portátil que fue fabricada en el mismo nosocomio.

Del relevamiento, surgió que “se producen alrededor de 70 productos distintos y por año se llegan a producir entre 4 y 5 millones de unidades en concepto de drogas básicas de consumo masivo, que se fabrican en forma programada: se trata de fórmulas normalizadas preparadas por lotes, sometidas a un control estricto de calidad”. Los estudiantes de la FIO recabaron otros datos interesantes: el ahorro entre la fabricación y la compra de los productos en el mercado ronda en un 50%-60% aproximadamente, llegando al 80% en la producción de algunos medicamentos. Por ejemplo, en la producción de la ranitidina, que previene el daño en el estómago de ciertos medicamentos y es utilizado masivamente, tiene un costo de producción aproximado de $2,60 y en el mercado tiene un valor aproximado de $5,80.

En cuanto a la infraestructura de la fábrica, el grupo evaluó con los conocimientos adquiridos en el seminario, que todas las maquinas del laboratorio son de fabricación nacional comprados mediante licitación, y que el principal problema que tiene el laboratorio es la infraestructura y la falta de espacio para realizar sus actividades cómodamente. Y sugieren que se lleve a cabo el proyecto de producción en serie fiscalizada por ANMAT, “ya que esto sería de gran importancia para la economía de la zona, se agregarían nuevos puestos de trabajos, se aumentaría la disponibilidad y se bajarían los costos, presentando una oportunidad de crear líneas de producción en serie de medicamentos que no son elaborados actualmente. Además se podría vender estos a otros Municipios o a Provincia o a la misma Nación para ser utilizados en los planes nacionales de medicamentos”, destacaron.
Del grupo, solo un estudiante sabía que en Olavarría el Hospital fabricaba sus propios medicamentos. “En general vamos al área de Tecnología Médica”, contaron, y resaltaron el hecho de poder acercarse al campo laboral desde temprano en la carrera. “El año pasado fuimos a Expomedical en Buenos Aires, este año también queremos ir, y hace poco nos reunimos todos los estudiantes de la carrera”, concluyeron los jóvenes, que tienen intenciones en un futuro de continuar la Licenciatura en Tecnología Médica que también se dicta en la Facultad de Ingeniería de la UNICEN.