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Así nació el Mural de la Reforma.

mural dest

 
11 de julio de 2018

 

En los momentos en que la docente de la Escuela de Artes Visuales, Marilí Núñez, comunicaba que el Mural de la Reforma estaba terminado, el pasado 15 de junio, se cumplían exactamente 100 años de que los estudiantes cordobeses tomaron el Salón de Grados del Rectorado de la Universidad de Córdoba, marcando un hito en la historia de la educación superior. La obra cerraba así el círculo que la vio nacer, ya que su origen es el homenaje y la conmemoración de aquella revolución estudiantil que sentó las bases de la Universidad Pública actual.

 

Las primeras pinceladas de esta iniciativa surgieron a principios de este 2018, cuando el decano Marcelo Spina convocó a los diferentes claustros a un encuentro para proponer actividades de cara al Centenario de la Reforma Universitaria. En este marco de celebraciones se presentó la obra mendocina “El Dieciocho”, se instaló la muestra gráfica “Reforma universitaria. Surgimiento, proclamas y actores de la gesta” de la Universidad Nacional del Litoral, se realizó un video institucional para trabajar el tema en las cátedras, entre otras actividades, y finalmente se realizó el acto central el 29 de junio.

 

Precisamente ese día, junto con el descubrimiento de la escultura “El Guardián de la Reforma”, quedó oficialmente inaugurado el “Mural de la Reforma”, una puesta en valor de la historia de la Universidad, de la Facultad de Ingeniería, de la importancia de los valores y las transformaciones. En un lienzo de cemento de 9 x 4 metros la evolución local de la Reforma encuentra su espacio.

 

Significados

 

Las ideas que el Mural debía reflejar fueron bosquejadas por el Equipo de Gestión y el área de Comunicación Institucional y Promoción, que plantearon una línea de tiempo. La traducción de estos conceptos en figuras artísticas estuvo en manos de las artistas Marilí Nuñez y Andrea Chavari junto a estudiantes de la Escuela de Artes Visuales. El proceso completo llevó alrededor de dos meses.

 

El “Mural de la Reforma” representa, en efecto, una línea de tiempo. Sobre la izquierda puede verse un conjunto de estudiantes, los cordobeses de 1918. Con sombreros, gestos serios y rodeados por las proclamas que los hicieron pasar a la historia, esos protagonistas están pintados en tonos sepia, que remiten a piezas gráficas de la época. Un inserto gráfico con la página de la Gaceta Universitaria, en la que fuera publicado el Manifiesto Liminar, completa esa idea.
Hacia el centro del muro aparece la Facultad de Ingeniería de Olavarría en sus inicios, donde solo existía el edificio principal. Allí se advierte otro inserto gráfico, esta vez mostrando un recorte periodístico local con la instancia de la colocación de la piedra fundamental. Una mancha oscura, una de las más oscuras de la historia argentina, aparece entre grietas; jóvenes estudiantes desaparecen en ella.

 

Si bien los colores fuertes atraviesan todo el Mural, una etapa es particularmente colorida, más personas, de todas las edades, géneros, actitudes. Ese sector trata de simbolizar el momento en el que fue pintado el Mural, una época llena de proyectos, ideas, hechos, logros, debates y movimiento. Incluso, el lugar elegido para pintarlo no es en absoluto casual sino bien simbólico, ya que corresponde a la pared exterior de la sala donde la Facultad es cogobernada por Docentes, Estudiantes, Graduados y Nodocentes. Pero además, ofrece su visual a la puerta de entrada al Centro de Estudiantes, como una forma de mantener especialmente viva la imagen reformista. Finalmente, la obra será completada en 2019, año en que la FIO celebrará sus 50 años de existencia.

 

Además de los recursos gráficos y simbólicos, se dispusieron pequeños insertos con símbolos QR, para permitir el acceso desde dispositivos móviles en la búsqueda de mayor información sobre los hechos ocurridos en esos 100 años.
Sin embargo, a pesar del afán de plasmar el paso del tiempo, este siguió pasando. En el camino la Escuela de Artes Visuales cambió de directora. Se fue Virginia Maldonado para asumir en su lugar Fabián Iglesias, quien estuvo presente en el tramo final y asistió al acto de inauguración. Además, el otoño se hizo sentir. Hubo cinco días de lluvia constante que demoraron los avances, y temperaturas por debajo de 0ºC hicieron especialmente duro el trabajo sobre los andamios.

 

Con todo, el resultado fue excepcional. La Facultad tiene otro homenaje a la Reforma Universitaria, y la historia tiene lugar enfrente de nuestros ojos, y al paso, ahí donde siempre debe estar para guiar el futuro.

 

 

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