Estudiantes de la tecnicatura universitaria en Electromedicina, de la licenciatura en Tecnología Médica, de Ingeniería Civil, docentes y arquitectos participan del curso de Elementos de Arquitectura Hospitalaria, que está a cargo de la arquitecta Rita Comando. La especialista, con más de 25 años de trayectoria, abordará en un total de seis encuentros temas como el planeamiento del recurso físico en salud, morfologías hospitalarias, la humanización de los espacios sanitarios, y la planificación, diseño, gestión, operación y conservación del edificio, las instalaciones y el equipamiento, entre otros aspectos.

Comando, quien pertenece a la Asociación Argentina de Arquitectura e Ingeniería Hospitalaria (AADAIH) señaló que si bien la arquitectura hospitalaria siempre ha pertenecido a un área de la arquitectura en general, “quizás en los últimos tiempos el avance tecnológico ha hecho que se transforme más en una especialización. La relación que tenemos los arquitectos con los ingenieros es a diferencia de nuestra carrera, la ingeniería está separada por distintas ramas, civil electromecánica, química, y agregó: “de todas maneras, hoy en día, nos vamos especializado en diversas áreas, una de ellas es la arquitectura hospitalaria. Básicamente por los avances tecnológicos que impactan en esta especialidad”, sostuvo Comando.

La capacitación está dirigida a profesionales, técnicos y personal que en algún aspecto de su formación o desempeño laboral se vean involucrados en la arquitectura hospitalaria. En cuanto a los estudiantes de las carreras de la FIO, también destinatarios de la propuesta, la arquitecta consideró que “deben pensar que su trabajo en la vida profesional va a ser interdisciplinario, que ellos no van a interactuar sólo con los suyos, los colegas, sino que van a tener que interactuar con el médico, el arquitecto, la enfermera, etcétera”, dijo la docente.

“Por otro lado, la verdad que les puedo plantear desde acá es una verdad relativa, porque en cinco años pueden tener otra realidad. O sea que además de tener una mente abierta deben tener una mente preparada para los cambios. Uno tiene que estar acostumbrado a que no hay una estructura a la que se puede aferrar, sino que tiene que ser una metodología de trabajo, encontrar una forma de aproximarme a los temas”, señaló Rita Comando, y concluyó: “Cuando yo ingresé a este campo en el año ‘87 uno podía pensar que la obsolescencia tecnológica era de entre 10 a 15 años, hoy en día la obsolescencia tecnológica es de entre 3 y 5 años. Ese es un cambio importante, y como eso, hay muchos aspectos”.