Innovación Educativa: "Motivación para los estudiantes que vuelven a cursar una asignatura universitaria".

• 13 de septiembre de 2019

Frustración. Temor. Desazón, son solo algunos de los sentimientos que tienen quienes se ven forzados, por distintas causas, a recursar una materia.
Un equipo conformado por Inés Berrino, Florencia Bellomo, Mercedes Suárez, Mariela Striebeck, Mariano Ferreyro y Mariana Róbalo Santos, decidió posar sus energías sobre esta problemática. Tanto en 2017 como en 2018 se constató que el 80% de los ausentes en ambas situaciones eran estudiantes inscriptos por segunda o más veces a la asignatura. La situación disparó un conjunto de preguntas que resultaron ser privativas de quienes recursan. ¿Qué lleva a un estudiante a inscribirse varias veces a una asignatura, y luego no concurrir o ausentarse luego del primer examen parcial desaprobado, o no concurrir nunca a clase cuando es la segunda o más veces que la intenta cursar? ¿Cuáles son las estrategias estudiantiles, sus expectativas, obstáculos, temores, información académica, redes y apoyos sociales e institucionales? ¿Qué acción puede propiciar la asignatura para que esos estudiantes estén presentes en el aula y/o en todas las instancias de examen parcial?, fueron solo algunos de los cuestionamientos instalados en el trabajo de equipo.

No todos iguales

Luego de intercambiar ideas y concepciones sobre las trayectorias estudiantiles, los diseños curriculares, las organizaciones institucionales y los aspectos socioculturales del ser y estudiar en la universidad, una palabra aparecía recurrentemente en los discursos docentes y estudiantes: la motivación.
Puntualmente, el grupo tomó una asignatura para trabajar. Análisis Matemático II se puso a disposición, tomando la iniciativa de realizar una actividad que visibilizara la situación y favoreciera nuevas estrategias.

Se convocó a través de los correos electrónicos en Moodle y de llamados telefónicos, al grupo de los estudiantes recursantes.
En la primera semana de la cursada se realizó una reunión extra clases, con el objetivo de escuchar a los estudiantes y motivarlos a la realización de una cursada con nuevas estrategias. Se propició un espacio teórico-práctico específico para ellos, a continuación del horario de clases.
Que se los escuchara de manera específica y personal, operó en forma motivadora para pensar estrategias de afrontamiento de los obstáculos.

Riqueza compartida

Pero quizá lo más enriquecedor resultó la propia interpelación que docentes y orientadoras debieron hacerse. Se llegó a la conclusión de que el abordaje siempre es multifacético y multidimensional.

El estudio permitió determinar ejes de acción: trabajo interno estudiantil; trabajo con pares; trabajo docente – estudiante; trabajo entre docentes inter-cátedra y entre todos los y las docentes de la Cátedra; finalmente, la relación con otros programas, ámbitos y servicios FIO.

Según el equipo de autores del trabajo, “el aporte más enriquecedor fue el dar cuenta de la heterogeneidad de los inscriptos a una asignatura, tanto en sus recorridos formativos como en sus modalidades de estudio. En paralelo, propiciar espacios de reflexión e intercambio entre docentes y orientadoras”.
Este trabajo fue presentado en el marco de las Jornadas de Innovación Educativa 2018.