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Grupos de investigación presentaron trabajos innovadores.

 

quim CAyA

 

13 de diciembre de 2019

 

Utilizar un residuo para eliminar CO2, recuperar aguas residuales a partir de diferentes métodos, determinar la posibilidad de producir gas con algas marinas, diseñar un dispositivo para la remoción de arsénico en el agua. Tan diversos como interesantes fueron los trabajos que investigadores/as de la Facultad presentaron en el “IV Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología Ambiental. Argentina y Ambiente 2019”, realizado días atrás en Florencio Varela.


De la experiencia participaron: Dra. Pamela Ramos, Prof. Maximiliano Deletesse, Ing. Florencia Jerez, Ing. Gisele Portela y Lic. Daniela Ibarlucía, como “caras visibles”, pero las investigaciones nunca son individuales, sino que detrás de esos nombres hay más docentes, estudiantes e investigadores.


Argentina y Ambiente es el Congreso más completo en cuanto a problemáticas medioambientales en el país, y está orientado a múltiples disciplinas. En esta edición los ejes fueron “Conservación y degradación de recursos”, “Producción y ambiente” y “Ambiente y sociedad”.

 

Mejorar el aire y el agua


Pamela Ramos es investigadora postdoctoral, y junto con la estudiante de Doctorado, Florencia Jerez, asistió para presentar un estudio de un residuo industrial como material adsorbente para la eliminación de Dióxido de Carbono. Entre los varios aspectos a resaltar además de la innovación, está el de revalorizar este desecho, con un abordaje a una problemática local. “La actividad de Olavarría provoca que los niveles de CO2 sean altos, entonces estamos buscando cómo eliminarlo”, explicó.


Florencia también participó del trabajo y contó que su interés a la asistencia del evento, organizado por la Universidad Arturo Jauretche, también residió en conocer escenarios relacionados con su tema de investigación: la producción de carbón a partir de yerba mate. “En principio lo pensamos para almacenar energía, pero con Pamela encontramos la vertiente de que también se podría usar para adsorber dióxido de carbono”, explicó. Completan el equipo de trabajo, Federico Ponce, Lucas Dos Santos, Whitney Talavena, Marcela Bavio y Nora Eyler.


Además, Ramos presentó un “Diseño y desarrollo de un prototipo autónomo para obtención de agua segura en zonas rurales del partido de Olavarría”. Se trata de una iniciativa para eliminar arsénico en zonas rurales a las cuales la planta municipal no llega. Para ello, Ramos, Viviana Colasurdo, Paula Vitale, Federico Ponce, Matías Meira, Franco Deber y Marcela Bavio diseñaron dispositivos que buscan remover ese elemento, con el uso de lana de acero.


Cangrejos y gambas al rescate


Maximiliano Deletesse, doctorando de la FIO, presentó un trabajo sobre la “Remediación de aguas residuales, empleando quitosano. “Es un biopolímero derivado de caparazones de crustáceos, por eso se obtiene producto del desecho de estas industrias”, explicó. La investigación se centra en la utilización de este material como un agente inoculante floculante para aguas residuales de una industria gráfica. Ese efluente que queda actualmente recibe un tratamiento químico que disminuye su impacto, pero la búsqueda de alternativas no cesa. Esta nueva perspectiva evalúa la potencialidad de reemplazar ese tratamiento por otro de origen natural. La parte experimental del estudio la hizo Cielo Pompei y ambos trabajaron bajo la dirección Karina Nesprías.


Arcillas, otro uso más


Gisele Portela por su parte, presentó una "Comparación de la efectividad de illita, caolinita y montmorillonita para remover Cd(II) de soluciones acuosas". El trabajo está también orientado a la remediación de aguas residuales para disminuir niveles de plomo y cadmio mediante arcillas de mediano grado, de contenido minerológico. “Hasta el momento probamos con arcillas de Santa Cruz, Neuquén y locales, en aguas que no son residuales, pero sí con niveles de cadmio conocido”, detalló. “En una segunda instancia lo probaríamos en aguas residuales. Como destino, estamos pensándolo para los lixiviados del relleno sanitario”, contó la docente y estudiante del Doctorado de la FIO, quien trabajó junto a Claudia Wagner y Alejandra Tironi.


Algas energéticas


Daniela Ibarlucía es Licenciada en Tecnología Ambiental egresada de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNICEN y se encuentra haciendo el Doctorado en Ingeniería. La investigación presentada fue realizada con Estela Santalla y Verónica Córdoba, y se centra en la producción de biogás a partir de algas marinas, particularmente de Ulva sp. y Codium f, dos especies nativas que arriban a la costa del Mar Argentino.


“Para ello nos pusimos en contacto con gente de Puerto Madryn. La ciudad durante el año recibe especies nativas y en verano tienen problemas con un alga invasora. Para poder darle un uso recreativo a las playas, se sacan grandes cantidades de algas con camiones, y se depositan en estepas”, contó la especialista. El objetivo es determinar el potencial de producción de metano que tienen estas especies, y diversificar la biomasa que se utiliza para producir biogás.


Dentro de los tipos de generaciones de biomasa, se encuentra dentro del tipo de tercera generación, los menos inocuos para su producción. (Los de primera generación son aquellos que compiten con la producción alimentaria. Por ejemplo, los combustibles a base de semillas). “Esta es una ventaja. Pero además, revalorizas un residuo que se acumula y no se utiliza”, sostuvo Ibarlucía. Esta búsqueda del potencial de estas algas no tiene precedentes conocidos en el país. “En el congreso había colegas que están trabajando con macroalgas, pero de agua dulce. Y si bien en el mundo hay muchos trabajos de este tipo, es tan diversa la producción de biometano de cada especie, que es necesario analizar las de tu zona, que además, varían estacionalmente”, concluyó.




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