Impresiones de la transformación laboral que produjo el coronavirus.

Un silencio que ocupa por demás el aire, pocas caras, extrañeza, reflexiones sobre la dinámica laboral. Estas cosas provoca el poco movimiento que hay en la Facultad de Ingeniería, a Nodocentes que realizan tareas presenciales.

Martín Graff se desempeña en Mantenimiento, y si bien prácticamente nunca dejó de darse una vuelta para realizar alguna tarea, le sigue llamando la atención la Facultad sin el movimiento de antes. Realizó mesas y adaptaciones para el proyecto del respirador, y mantuvo a los vehículos de la Facultad a punto. Verificaciones técnicas, gomas y demás, para los autos que están guardados en las cocheras.

De todas maneras, pasa diariamente para ver si se necesita una mano en algo. “La impresión es fea, no hay movimiento”, expresó. “Por ahí veo al guardia, pero no ver a los compañeros que estamos acostumbrados a ver todos los días, trabajar, charlar, es raro. Se extraña el compañerismo”, sostuvo. “Provoca una sensación extraña ver las cortinas bajas y que no haya ninguna para reparar”.

Por su parte, la nodocente Claudia Bouciguez asiste tres días por semana a mantener limpio principalmente, las áreas de Electromecánica y el CDEI, como lugares que albergan la mayor actividad por el armado del respirador. Aunque recientemente se sumó el edificio de Ingeniería Civil con actividades del LEM. Para ella también es difícil encontrarse sin gente alrededor. "Extraño mucho a compañeros y compañeras, estudiantes, porque tiene que ver mucho con lo que motiva mi tarea. Cada uno le pone condimentos a su tarea y ese contacto es el mio, las cosas simples del trabajo. Mi relación fuerte es con los estudiantes y lo genero desde lo institucional a través de Tutorias pero también a través del contacto diario", contó. "Además no estoy acostumbrada a las tecnologías, a la comunicación por celular o computadora, que ahora son imprescindibles" comentó.

Claudia no ignora lo que la emergencia sanitaria provocó en la dinámica de la Universidad Pública. "Trato de venir en horarios y días donde no hay muchas personas, para no exponerlas a ellas pero tampoco a mi. Establecer intuitivamente distancia es muy raro para mi, porque soy bastante sociable", reflexionó. "Me acostumbré a cuidarme, a hacerme un protocolo. Al principio limpiaba con lavandina casi pura y ahora adopté otras prácticas que considero más útiles de cómo hacer el trabajo para no exponerme ni al resto. Creo que luego de esto se va a abrir una discusión sobre cómo trabajaremos en cuanto a presencia física o virtual, desde un lugar positivo", concluyó.