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Ensayos y verificaciones con el aporte de la Facultad de Ingeniería.

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Luis Arrién y Lucas Chiesa, en los ensayos realizados en el Autódromo olavarriense.

 

 • 4 de agosto de 2021

 

Dos docentes de la Facultad de Ingeniería participaron días pasados de diferentes testeos a camiones con ejes adicionales, con pruebas necesarias para la autorización de las modificaciones y que resultan indispensables para la seguridad vial.

 

Este tipo de pruebas se realizan en el marco de una serie de actividades impulsadas desde el Laboratorio de Mecánica (LAMEC) del Departamento de Ingeniería Electromecánica de la FIO. Desde hace varios años el Laboratorio viene trabajando en ensayos y certificaciones de productos y componentes para la industria automotriz. Además de estos testeos en camiones, se hacen normalmente exámenes sobre protecciones laterales, paragolpes, tanques de combustibles, entre otros dispositivos.


Los ensayos se realizaron en el Autódromo Dante y Torcuato Emiliozzi, hasta donde llegaron referentes nacionales de la Asociación de Ingenieros y Técnicos del Automotor (AITA), que es la entidad delegada por el Estado para este tipo de pruebas. A partir de un convenio de trabajo y colaboración con la FIO, participaron el Ingeniero Luis Arrién, y el Diseñador Industrial Lucas Chiesa. En el marco de este convenio, Ingeniería actúa como centro de ensayo de la Comisión Nacional de Transporte y Seguridad Vial (CNTSV).

 

Según Arrién, “trabajamos sobre la ley de tránsito en todo lo que tiene que ver con modificaciones autorizadas para validar las reformas de vehículos pesados. Verificamos todo aquello que modifica la licencia de configuración de modelo, donde por ejemplo a los vehículos se les agrega un eje, se les corta el chasis, se modifica su estructura”, explicó. “Todo esto tiene un marco legal y las piezas que se incorporar tienen que estar validadas”, agregó.


En esta ocasión, se hicieron pruebas sobre dos camiones. A uno se le añadió un eje fabricado en Brasil, y al otro una reforma similar con un eje y todos sus componentes diseñados y fabricados en un taller especializado de Chivilcoy. A partir de diversos sensores instalados en toda la estructura del vehículo, se estudiaron la distribución de las cargas, presiones, velocidades, ensayos de frenado.


Al alargar el chasis y añadir otro eje, lo que le otorga al camión más capacidad de carga, se ponen en juego otros parámetros en su comportamiento y seguridad, que es necesario verificar.


Con la colaboración de empresas locales que facilitaron material para cargar los camiones, así como el AMCO que brindó el espacio del Autódromo, se realizaron diversas pruebas bajo la tutela de los especialistas. En principio se pesaron los vehículos en una balanza, para conocer la distribución de las cargas sobre los ejes.


Chiesa indicó que “se hicieron estudios dinámicos, haciendo transitar a los camiones a velocidades constantes de 30, 40, 60 y 80 kilómetros por hora. Y en cada rango de velocidad, se los hizo frenar hasta la detención, para evaluar cómo se comportan las fuerzas de las cargas, y los esfuerzos de cada eje, sobre todo el eje añadido, ya que en teoría los otros ya están homologados de fábrica”.


Con estos y otros testeos, los especialistas tienen los datos suficientes para poder homologar las reformas y sus componentes. Estas pruebas se realizan cuando se pretenden incorporar al mercado productos nuevos, como estos ejes de Brasil y Chivilcoy.



Reformas y seguridad

A partir de modificaciones de la ley de tránsito que permite la escalabilidad de los vehículos, la incorporación de conceptos como el bitren, y la posibilidad de transportar más kilos, surge también la necesidad de que este nuevo escenario sea seguro.


“La seguridad vial preocupa a todo el sector, y hay una fuerte vocación de mejorarla”, subrayó Arrién. “El transporte pesado tiene los talleres de revisión técnica, los talleres de modificación, y las cámaras y asociaciones de transportistas, que también están preocupados por este tema, por poner componentes homologados”.


Hasta el 2009 las modificaciones se hacían en talleres no autorizados, pero desde entonces entró en vigencia una disposición que permite modificar la licencia de configuración de modelo del fabricante.


Según el ingeniero, “es de una gran importancia tecnológica que nuestro país pueda llevar adelante estas modificaciones. Porque hay que tener conocimiento y estructura para cortarle el chasis y hacerle reformas a un vehículo europeo cuya fábrica tiene una historia de más de cien años. Son desafíos para los ingenieros argentinos, para los fabricantes, y para las empresas. Y Olavarría tiene 4 o 5 talleres para hacer esa tarea, lo que la convierte en una plaza atractiva”, puntualizó.

 

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