La organización estaba integrada por los delegados de las tres facultades que tenía la UNC (Ciencias Médicas, Ingeniería y Derecho), para promover una reforma de sus estatutos. Sus líderes son los presidentes de los centros de estudiantes de esas Facultades. El Comité comienza a tejer una serie de alianzas y trabajos con organismos de Córdoba, con representantes de la clase política y con otras universidades, particularmente la de Buenos Aires. Esa relación que mantienen con el estudiantado porteño contribuye a radicalizar el movimiento reformista en Córdoba.
Ante la falta de respuesta a sus reclamos, los estudiantes organizaron a partir de marzo diversas manifestaciones callejeras organizadas por el Comité Pro Reforma. El movimiento extendió y profundizó progresivamente sus reclamos, que terminaron con una petición ante el Consejo Superior de la Universidad. Dicho Consejo se negó a reconocer sus exigencias y ordenó la clausura de la UNC. Los estudiantes respondieron: convocaron a una huelga general y solicitaron a las autoridades nacionales la intervención de la Universidad.
Como resultado de un largo proceso de organización sindical de los estudiantes universitarios del país, iniciado a comienzos del siglo 20, se conforma la Federación Universitaria Argentina (FUA), presidida por Osvaldo Loudet. Nuclea a distintas federaciones y centros de estudiantes de las casas de altos estudios del país, y surge en el contexto de la Reforma del 18, con el propósito de promover un ingreso amplio a las universidades, y un sistema autónomo y democrático de gobierno, entre otros objetivos.
El presidente Hipólito Yrigoyen accede a la demanda de
los estudiantes y envía como interventor al procurador general de la
Nación, José Nicolás Matienzo. La huelga es levantada y se deja sin
efecto la disposición que suprimía el internado del Clínicas.
Matienzo implementa una reforma que, igual que la realizada
en 1906 en la UBA, pone al gobierno de la Universidad en manos de los
profesores –tienen ahora una mayor participación en la elección de
rector y consejeros-, y termina con el predominio de las academias
integradas por miembros vitalicios. La lucha estudiantil estaba
legitimada por el apoyo del ex gobernador de la Provincia, Ramón J.
Cárcano, y algunas personalidades como Deodoro Roca, Enrique Martínez
Paz, Arturo Orgaz, Joaquín V. González.
El resultado de la elección de rector distó de lo que esperaban muchos estudiantes. Gracias al apoyo de la mayoría de los profesores, se impuso el candidato de los sectores más conservadores, Antonio Nores, contra el postulante de los grupos renovadores, Enrique Martínez Paz. Los estudiantes reaccionan irrumpiendo en la Asamblea y desconocen los resultados de la elección. Desde entonces, su programa se radicaliza. El fracaso en el intento de introducir reformas con el apoyo de un sector de los profesores reforzó la consigna de los estudiantes: era necesaria su participación en el gobierno universitario para garantizar cambios en la Universidad.
El emblemático texto de la reforma universitaria se publica en número extraordinario de La Gaceta Universitaria, revista de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC). Lleva el título “La juventud argentina de Córdoba a los hombre libres de Sud América”, y está firmado por un grupo de estudiantes que protagonizaron los sucesos. Pero no lleva la firma de quien se considera su verdadero autor, Deodoro Roca.
El documento cristaliza los principales postulados reformistas, y expresa una profunda crítica a una universidad conservadora, y a un régimen académico que la ha llevado a “mediocrizar la enseñanza”, a cerrarse y combatir la ciencia.
Frente a la presión estudiantil, Yrigoyen interviene nuevamente la Universidad enviando al ministro de Instrucción Pública de la Nación, José Salinas. Ante ello, renunciaron muchos profesores ligados a los grupos conservadores y el rector electo pocos días antes. El reclamo de los estudiantes finalmente se hizo escuchar: se introdujeron reformas a los estatutos que organizaban el gobierno de la Universidad compartido por profesores (titulares y suplentes) y estudiantes. También se realizaron otros cambios: la asistencia voluntaria a cursos y la docencia libre. En octubre, una nueva elección impuso al renovador Eliseo Soaje como rector de la UNC. Muchos reformistas ingresaron a la docencia, entre ellos Arturo Capdevila, Deodoro Roca, y Raúl Orgaz.
La Reforma Universitaria constituyó uno de los movimientos de transformación universitaria más relevantes en la historia de las instituciones educativas superiores de América latina. Democratizó el gobierno de las universidades, y abrió la posibilidad a los sectores medios de acceder a un título universitario.
Sus postulados promueven la gratuidad de la enseñanza universitaria, el cogobierno de las universidades (con participación estudiantil y de profesores en los órganos de gobierno de la universidad), la autonomía universitaria, la libertad de cátedra y la extensión universitaria. Su impacto se extendió por universidades de Argentina y de América latina, como Perú, Chile y México.
Investigación y redacción
María Candela Ahumada
Asesoramiento científico
Mónica Gordillo | Dra. en Historia, profesora en la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC), investigadora del Conicet.
Pablo
Requena | Lic. en Historia, profesor en las facultades de Filosofía y
Humanidades, y de Ciencias de la Comunicación (UNC), investigador del
CIFFyH.
Fuentes bibliográficas
· Buchbinder, Pablo. Historia de las Universidades Argentinas. Editorial Sudamericana. Bs. As., 2005.
· Servetto, Alicia & Saur, Daniel (coords.). Universidad Nacional de Córdoba. Cuatrocientos años de historia. Tomo II. Editorial Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba, 2013.
· Castro, Alejandra. 2016. Lecturas actuales del Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria de 1918. Dossier Especial: A Cien Años de la Reforma Universitaria de 1918. Vol 2, N°5.
· 1917: la prerreforma universitaria. Alfilo, 2006.
Recursos
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