El perfil del Ingeniero que se impone en la actualidad puede sintetizarse expresando que debe ser un profesional creativo, capaz de seleccionar y adaptar las tecnologías apropiadas a nuestra sociedad, competente para operar y mantener tecnologías sofisticadas y complejas. Deberá desarrollar competencias que le permitan adaptarse a los cambios; particularmente en el caso de Ingeniero Químico, su práctica profesional ha sido influenciada por cambios tecnológicos en los equipos, en los procesos, en los productos, en los materiales utilizados, en la relación industria-medio ambiente, en las condiciones económicas y de mercado.

En virtud de este contexto, la formación del Ingeniero Químico debe contener una adecuada dosis de disciplinas científicas tradicionales, que le permitan comprender y razonar los fundamentos del funcionamiento de los equipos y la influencia de las variables operativas; y debe complementarse con el abordaje de otras disciplinas.

El Ingeniero Químico aplica los principios de las ciencias matemáticas, físicas, químicas y biológicas, juntamente con los principios de la economía y las relaciones humanas, a procesos y/o equipos mediante los cuales se trata la materia para efectuar un cambio de estado, del contenido, de la energía o de composición.

Es en esta disciplina, en la que los cambios químicos y/o bioquímicos y los fenómenos de transferencia de calor, masa y cantidad de movimiento, se combinan con las ecuaciones fundamentales de conservación y las leyes de la termodinámica, para interpretar los hechos que tienen lugar en los equipos y plantas de proceso. Se entiende por proceso las transformaciones físicas, químicas, biológicas, de estado de agregación, separación o mezcla, para obtener otras sustancias o productos, de propiedades definidas, en plantas industriales e instalaciones.

Los profesionales de la Ingeniería Química se dedican al estudio y desarrollo tecnológico de procedimientos destinados a llevar a cabo los procesos mencionadas, a escala experimental y/o industrial. Proyectan, evalúan, diseñan, construyen, y operan instalaciones destinadas a estos fines con atención al bienestar humano y a la protección del medio ambiente. Se incluye el tratamiento de los sistemas dinámicos complejos y su manejo informático, comprendiendo simulación y automatización.

Estos Profesionales, por su formación técnica y por su campo específico de acción, deben estar preparados para ser un poderoso factor de progreso, contribuyendo constantemente a mejorar las condiciones socioeconómicas del medio; como así también los aspectos sociales del ejercicio profesional, la capacidad para el trabajo en equipo, la interdisciplina y el compromiso regional.