El crecimiento poblacional a nivel mundial de los últimos años y los factores políticos, económicos y sociales que impulsan el desarrollo de las sociedades, han generado un cambio de paradigma en la concepción de la Ingeniería. En 50 años la población mundial creció más del doble, y a la par, se multiplicó la demanda de agua potable, energía, alimentos, transporte e infraestructura. Para hacer frente a las demandas constantes de la actualidad, los profesionales deben desarrollar competencias de innovación, creatividad y emprendedorismo que les permita encontrar soluciones a los problemas modernos.
En este sentido, desde hace tiempo la Facultad de Ingeniería de la Unicén adoptó ciertas herramientas de capacitación e incentivo, con el objetivo de que en todas las carreras de la institución local, la creatividad se conciba como una competencia inherente al perfil del profesional. Estas características que se buscan potenciar desde la ingeniería tendrán impacto directo con su servicio a la comunidad. El hecho de que la práctica curricular estimule la innovación del estudiante y el trabajo en equipo, convierte al emprendedorismo en un pilar de la profesión.
En Olavarría y la región, el escenario sociopolítico presenta condiciones interesantes para que los ingenieros puedan desarrollar empresas y tener sus emprendimientos. Los horizontes profesionales crecieron bastante desde aquel 16 de junio de 1865, cuando inició la enseñanza de la Ingeniería en la Argentina.
De acuerdo con el decano de la Facultad de Ingeniería, Marcelo Spina, en la institución "hay instrumentos, iniciativas y un fomento permanente de las actividades empresariales. La economía del país requiere cada vez más que el ingeniero deje de aspirar ser un empleado en una empresa, donde desarrolla su creatividad en servicio del entorno productivo en el cual está inmerso, para que la formación promueva una creatividad más independiente y se convierta en gestor de emprendimientos públicos y privados. En generador de puestos de trabajo", señaló el profesional.
Algunos de los problemas que surgen ante el crecimiento demográfico y son materia de investigación en la facultad local son el calentamiento global, la contaminación, el colapso del sistema energético y sanitario y el desafío de las comunicaciones. Actualmente en la Argentina hay un ingeniero cada 6.600 habitantes, cifra que las universidades nacionales apuntan en modificar en el corto plazo, para achicar la brecha a un ingeniero cada 4.000 habitantes, como apuesta a la industrialización y el desarrollo.
El trabajo del profesional en el engranaje social se conecta directamente con la formación académica, por lo cual, está la capacidad instalada para desarrollar tecnología en los distintos desafíos que se presentan. "Los pasos se van dando de a poco. Debemos avanzar para asistirlo sistemáticamente y asesorarlo en su emprendimiento en temas de organización, propiedad intelectual, etc", explicó Spina, y "todo está en la competencias que se desarrollan en la carrera, donde el futuro profesional transcurre una parte importante de su vida", señaló el ingeniero.

Estimular la innovación

Para desarrollar las competencias de creatividad y emprendedorismo, la Facultad de Ingeniería adhiere a diversos programas, a través de los cuales se promueve el trabajo de los futuros ingenieros con becas, capacitaciones y prácticas profesionales, "como es el caso inminente de incubación, del grupo de desarrollo tecnológico de la empresa norteamericana Sonics en la institución local, y las prácticas de inspecciones en transporte, la industria del hidrocarburo, acciones que gestan un espacio para que proyectos que generalmente se quedan en una estantería, tengan un espacio para ejecutarse", destacó Spina.
Por otro lado, la Facultad de Ingeniería formó parte de la Formación de formadores del Programa Regional de Emprendedorismo e Innovación en Ingeniería (Precitye), para que cerca de 300 docentes de facultades de ingeniería puedan adaptar a sus programas curriculares la formación de emprendedores. Además, hace más de cinco años que a través del Proyecto de Extensión para Emprendedores (PEPE), la FIO organiza actividades de capacitación y asistencia técnica abiertas a la comunidad en materias de emprendedorismo.
Con una fuerte impronta en el aspecto público, todos los años en Olavarría se entrega el Premio a la Innovación Tecnológica y Creatividad Empresarial, que impulsa el Gobierno Municipal, la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia (CIC) y la Facultad con el fin de estimular estrategias de desarrollo en la búsqueda de diversificar la economía local.
En tanto, con la finalidad de estimular intensamente la creatividad y el trabajo en equipo, por segundo año consecutivo Ingeniería fue sede este año de las "24h de Innovación", donde cerca de 80 estudiantes de diferentes carreras, profesores y profesionales resolvieron creativamente en u día, problemáticas reales planteadas por empresas internacionales. "Esta creatividad la fortalecemos con empresas", indicó Marcelo Spina. "Últimamente tenemos convenios con alrededor de 20 pymes locales para que los estudiantes realicen la práctica profesional en ese ámbito, que es un ambiente propicio también para conocer otra dinámica empresarial", indicó el decano.
El ingeniero del SXXI es emprendedor y asume riesgos en la búsqueda de oportunidades. Para ello la creatividad y las capacidades de innovación resultan herramientas que deben ser estimuladas desde la formación académica para contribuir con el desarrollo de la sociedad.