Articular el desarrollo tecnológico con la productividad de un sector no es una tarea sencilla. Supone una afinidad entre recursos que es difícil de alcanzar, y una vez que se logra, debe ponerse a prueba en el crecimiento de la industria. Vincular la ciencia, la tecnología y la innovación requiere de herramientas definidas, facilitadas en gran medida por las instituciones universitarias. Fue en este sentido que la Facultad de Ingeniería de la UNICEN impulsó hace algunos años el Doctorado en Ingeniería, con la finalidad de promover proyectos de desarrollo tecnológico con alta potencialidad de innovación y aplicación en el sector productivo; y de esta manera potenciar al máximo la formación de sus graduados.

Este objetivo tiene un impacto directo en el sector industrial, que adquiere así la posibilidad de incorporar recursos altamente calificados en Olavarría. Como cara de una misma moneda, el ingeniero dispone en la región, de diferentes industrias en las que aplica su conocimiento y brinda soluciones innovadores a problemas frecuentes que surgen en escenarios inestables, sobre todo.

Con una marcada finalidad, la Facultad de Ingeniería impulsa la formación de doctores en tecnología con el potencial para vincularse con las empresas, de modo que los desarrollos y los proyectos que se hagan se puedan aplicar en diferentes sectores de la industria. El estímulo a la innovación es constante y asesorado, dado que al profesional se lo orienta en su plan de formación y el proyecto de tesis. De acuerdo con el secretario de Investigación y Postgrado de la Facultad de Ingeniería, Dr. Silvano Rossi, "desde el doctorado uno piensa que se pueden diseñar multiplicidad de proyectos y trabajar en algo que siempre va a tener algún carácter innovador como lo es el ámbito de la industria y las empresas", señaló.

Respaldo y estímulo a la ingeniería

Uno de estos programas es el DOCTOR@R para Ingenieros, al que Ingeniería adhiere desde el año 2013. El objetivo de la iniciativa de la Secretaría de Políticas Públicas es que el profesional se vincule no sólo en la actividad académica sino que logre satisfacer las inquietudes de la industria, con el valor agregado que un postgrado ofrece. El objetivo forma parte del Plan Estratégico de Formación de Ingenieros 2012-2016, que concibe a la ingeniería como una disciplina fundamental para lograr consolidar el desarrollo industrial, relacionar conocimiento con innovación productiva y disminuir los niveles de dependencia tecnológica.

En la última década el foco fundamental de las políticas para la disciplina estuvo puesto en los proyectos de aseguramiento de la calidad de la formación, lo que ha permitido que Argentina haya acreditado el 100% de sus carreras de ingeniería, situación que ha merecido el reconocimiento de asociaciones regionales y mundiales de la ingeniería. Tal es el caso de la Facultad local, que hace algunas semanas recibió la máxima acreditación de la CONEAU para la carrera de Ingeniería Industrial, lo que posiciona a la casa de estudios en el máximo nivel del sistema. Esto permitió, además, incrementar la cantidad de estudiantes, su rendimiento académico y de graduados, pero la demanda actual y proyectada de ingenieros indica la necesidad de continuar incrementando la cantidad de profesionales, y la meta propuesta es tener a un ingeniero cada 4.000 habitantes por año, es decir, 10.000 nuevos graduados anualmente.

"Es importante la formación de ingenieros que participen en la vinculación, en la transferencia de conocimiento pero que no se restrinjan solamente al ámbito académico, sino que puedan contribuir con la productividad de una región", explicó el funcionario universitario. La idea es inculcar, durante el proceso formativo, competencias, capacidades, actitudes y aptitudes que permitan generar un profesional de alta capacitación técnica, que también tenga compromiso social, conciencia ambiental y capacidad de liderazgo.

Desarrollo tecnológico

Ya son varios los ingenieros realizan el doctorado en las menciones de Tecnología Química, Tecnología de la Construcción y Tecnología Electromecánica. La carrera tiene un perfil tecnológico procurando la realización de tesis en el campo de las investigaciones aplicadas. Los temas generales de tesis involucran tecnología de alimentos, tecnología de semillas, tecnología de biocombustibles, investigaciones aplicadas en materiales cerámicos y cementíceos con criterios sustentables, robótica móvil, energías renovables, depuración de efluentes líquidos en la industria, estudio y modelado de eficiencia de separadores de micropartículas, entre otros.

Para asegurar el desarrollo sostenible es necesario formar ingenieros de primer nivel. En tal sentido, el histórico prestigio de la universidad argentina y la calidad demostrada de sus graduados, especialmente de los científicos y tecnólogos, la ubican en una situación de privilegio para sostener una presencia internacional y realizar acuerdos de movilidad, intercambio y colaboración. La Facultad local tiene experiencia en este sentido, con cursos y capacitaciones emprendidos con Alemania, República Checa, Brasil, Colombia y México, a través de una constante actualización profesional.

Este es uno de los fuertes más sólidos de la Facultad de Ingeniería, que no sólo diseña una oferta de capacitaciones para sus estudiantes y graduados, sino que extiende su oferta a profesionales del sector que se suman a la innovación tecnológica impulsada desde la academia.