De acuerdo a las definiciones de diccionario, enseñar es "instruir, doctrinar, amaestrar con reglas o preceptos". Lo que a la Real Academia Española se le escapa, es que las instituciones educativas actuales, sobre todo la universidad pública argentina, son espacios de intercambio, crecimiento y enseñanza colectiva a los que la idea de "transmisión de conocimiento" le quedó chica. "El docente universitario está en constante autoevaluación en su relación con los estudiantes, a quienes además de darles contenidos disciplinarios, informamos sobre sus derechos y obligaciones. Pero además tenemos espacios de acción fuera del aula", señaló la investigadora de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN, doctora Nora Eyler.

La universidad no es ajena a los cambios políticos, socioculturales y económicos que atraviesan las sociedades, y son los docentes, no docentes y estudiantes quienes aparecen como actores principales en estos procesos de transformación. La historia ha reflejado que la enseñanza universitaria ha logrado crecer y posicionarse como amplificadora de derechos, conocimiento, desarrollos y libertades.

"Los docentes universitarios tenemos un continuo replanteo sobre nuestra actividad. Sobre todo en los últimos años la política universitaria ha planteado procesos como la acreditación de carrera, los ingresos, la permanencia y nos ha obligado a repensar la práctica. El objetivo siempre es reflexionar en cómo podemos mejorar, pero mejorar no de forma conceptual, sino adaptarnos a los tiempos", sostuvo la docente que lleva casi 40 años en la FIO. "Los estudiantes no son siempre iguales, entonces de alguna manera cambiamos con ellos", agregó.

Cambio = crecimiento

La educación evoluciona constantemente y es imposible disociar estos cambios con el vertiginoso desarrollo de la tecnología, uno de los aspectos donde la docencia universitaria incursiona de la mano de los cambios generacionales. "Los avances tecnológicos son tan dinámicos que es un desafío el de reflexionar cómo llegar a los estudiantes, de qué manera. En los procesos de enseñanza y aprendizaje siempre hay una ida y vuelta con los estudiantes, y en este sentido es muy particular", expresó Nora Eyler. "Hace tres años les decíamos que apaguen los celulares, hoy en día ya no suenan, los apagan solos, pero hay un contacto directo y se convive con eso", destacó.

Además del desarrollo tecnológico,"la deserción es otra realidad que nos interesa mucho, que depende de la situación social económica del país y fluctúa anualmente", señaló la especialista en química. La Facultad de Ingeniería hace años que desarrolla tareas de intercambio entre profesores del nivel secundario y docentes de los primeros años de la facultad, para trabajar en este sentido.

En tanto, Eyler destacó que "décadas atrás los docentes básicamente daban clases, de a poco incursionamos en la investigación. Particularmente en la Facultad de Ingeniería, los primeros becarios dimos nuestros pasos en el año '80 y lentamente se empezó a hacer investigación. Para mi es una pasión investigar", expresó quien fue vicedecana de la FIO. "De a poco, con la vuelta de la democracia comenzó a trabajarse no sólo en docencia, investigación y también extensión, donde hemos tenido mucha apertura", dijo, y mencionó por último la inserción en la gestión universitaria, otra función del profesor universitario.

Finalmente, la doctora Nora Eyler sostuvo que "hay mucho para hacer, pero lo más importante es no perder el entusiasmo de esta actividad docente, la reflexión continua y la autocrítica para seguir creciendo. Nosotros podemos considerar que los alumnos son siempre iguales, los mismos, pero la ventaja de una Facultad como la nuestra es que la docencia se ejerce en un ámbito personalizado", aseguró.

La vocación y convicción del docente universitario es un aporte invalorable a la formación de profesionales, que debe abordarse en la universidad pública, como un derecho de toda la sociedad en su conjunto. La Facultad de Ingeniería, en función de ello, desarrolla continuamente programas de capacitación, implementa la carrera académica y estimula la propuesta de iniciativas dinámicas frente a los cambios culturales, con el compromiso profesional educativo como objetivo primordial.