En el ámbito de la FIO se formó como ingeniera civil, desarrolló su carrera docente, se formó en investigación, conoció a su marido y hasta fue profesora de uno de sus hijos, también ingeniero civil. En el camino cosechó grandes amistades, un gran aprecio y prestigio profesional. La sección “La hicieron grande”, tiene como protagonista a la docente recientemente jubilada, Norma Ércoli.

Esta ingeniera comenzó sus estudios en el Instituto Universitario de Olavarría, en el año 1973. Cursó la carrera con dos compañeros, Jorge Leal y Elina Zamora, en instalaciones de la Escuela Técnica Nº 2 y en la casona de calle La Madrid al 2700. “En ese momento tenía una duración de seis años. A mi me llevó ese tiempo más un cuatrimestre, porque el plan de estudios era sumamente exigente”, recordó Ércoli. ”Yo conozco la Facultad desde los inicios, eso es muy fuerte pero a la vez un orgullo”, sostuvo, y continuó: “Mi colación fue la primera colación en Olavarría, se hizo en el Teatro Municipal”.

Con cuatro décadas entre las aulas que vio construir, señaló que durante la secundaria en la Escuela Normal “me gustaba mucho física y matemática. Algunas de mis profesoras eran Martita Musumesi y María Angélica Singla de Green. Todavía tengo el recuerdo de lo que me hicieron gustar la física y la matemática. Pero además me gustaba mucho la arquitectura e incluso las ciencias sociales así que fue una decisión difícil”.

El nacimiento de una institución

“Olavarría siempre fue una ciudad muy industrial y se vivió una situación muy especial en aquellos tiempos, porque las familias analizaban el cómo estudiar”, relató. El Movimiento Juvenil Pro Universidad tiene que ver mucho con eso -cree-. “Había ganas de hacer algo, de estudiar en la Universidad”. Mientras cursaba sus estudios trabajó primero en la tienda de un tío y luego, en un estudio de arquitectura. “Cuando me recibí me ofrecieron trabajar en la oficina técnica de la constructora de Di Giamoco y Consalvo y me encantó. En esos tiempos, el edificio principal de la Facultad de Ingeniería era un esqueleto de hormigón”, recordó, “por eso yo siento una una cosa muy particular, porque yo presencié su historia, vi la genesis y todo lo que costó”, se enorgulleció.

La ingeniera confesó ser una adoradora de los desafíos y la innovación. Me gusta la creatividad –afirmó- y cuando terminé Estabilidad II el profesor me invitó a ser ayudante de alumno, los cargos eran ad honores pero era un orgullo. Esos fueron los primeros pasos de su carrera docente. “Aquí conocí a mi novio, al que hoy es mi esposo, luego aparecieron los hijos y el trabajo en la constructora tenía cierta demanda. Además, ser ingeniera civil, mujer, era un desafío en sí mismo. Entonces me volqué a la docencia”, contó.

Emocionada, recordó el nacimiento de la investigación en ingeniería civil, los cambios tecnológicos, el crecimiento de la FIO y su posicionamiento local, regional y nacional. “La Facultad me dejó todo; una familia, el haber formado parte de la formación de mi hijo. Yo soy muy agradecida”, reafirmó. “De 60 años, estuve 40 acá adentro. Uno se siente muy apreciado en el ámbito de la facultad, he trabajado con mucha comodidad y he tenido mucha libertad, en ese sentido he sido siempre muy respetuosa de la institución”, sostuvo.

Quien se jubiló como profesora de Hormigón I y II relató que la relación con los alumnos siempre fue buena: “He sido exigente pero porque se lo que es salir al campo profesional, uno tiene que estar preparado”. Su tarea en las materias será tomada por Claudia Dietrich, junto a dos ayudantes recientemente incorporados.

Respecto a su futuro personal, expresó tener proyectos en marcha. “El tiempo dirá donde pondré la energía. Tener 40 años dentro de la institución me generó una pertenencia y un compromiso, y ahora uno no cierra una persiana sino que he planteado toda mi colaboración para lo que necesiten en etapas o actividades futuras que involucren el afianzamiento de recursos. Tengo una predisposición voluntaria en ese compromiso”, sostuvo Norma Ércoli, y concluyó: “Siempre me he considerado activa y con ganas. Una de las actividades que considero hacer en este tiempo es continuar con me gusta, y una de las cosas que me gusta es viajar. Soy una apasionada de los museos, eso formará parte de este tiempo porque tal vez es un aporte para uno y también para otros que no tienen esa posibilidad. Sin dudas voy a seguir disfrutando la vida”, finalizó.