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10 de diciembre, Día del Trabajo Social.

 

berrino dest 

9 de diciembre de 2021

 

Desde 2012 los trabajadores y las trabajadoras sociales de todo el país conmemoran su profesión el 10 de diciembre, que coincide con el Día Universal de los Derechos Humanos. La coincidencia no es tal, sino que fue el concepto elegido por los y las profesionales argentinos para instituir la nueva fecha.
La licenciada María Inés Berrino exhibe orgullosamente sus más de 30 años aportando desde el Trabajo Social a la Facultad de Ingeniería. En esta entrevista repasa sus orígenes y actualiza la mirada de la institución y su gente.

¿Cómo ves la actualidad de tu profesión en la Argentina de hoy, tanto en sus campos de aplicación como en el reconocimiento de la sociedad?
En la actualidad, en la Argentina de hoy, los acontecimientos sociales se expresan como desafíos para las políticas publicas sociales y los vínculos humanos, ya que, por lo que se ha atravesado por pandemia y virtualidad, hay evidencias de mayores desigualdades, vulnerabilidades, incertidumbres, desencantos, discriminaciones (con nuevos formatos). La intervención del Trabajo Social desde esta perspectiva debe tener en cuenta la historicidad de los cambios, los padecimientos y acciones del presente y las representaciones de futuro.


Porque para el Trabajo Social hacer intervenciones es imaginarlas desde la posibilidad de la transformación de las circunstancias actuales, actuar desde sus posibilidades de resolución tendiendo redes con otras disciplinas, con los recursos de la comunidad y entre instituciones.


Hay profesionales en diversos campos profesionales, la salud, la comunidad, lo gubernamental, la justicia y la educación. Y en la actualidad y sobre todo viendo su accionar en pandemia/virtualidad, cuenta con un capital cultural significativo el grupo profesional, porque se ha observado mucha dedicación, compromiso y tracción, en especial con la gente que ha quedado al margen ante este contexto atravesado.


En esta pandemia/virtualidad, como en otras crisis, según lo reflexionado con colegas, se ha evidenciado un reconocimiento mayor a la labor más bien silenciosa y artesanal que se hace desde el Trabajo Social con las personas que padecen alguna vulnerabilidad de sus derechos sociales o bien que no están encontrando la forma de insertarse en la sociedad de un modo más autónomo.


La carrera de Trabajo Social cuenta con su Ley Profesional desde 1989, el mismo año de mi graduación. Se estudia en nuestra Facultad de Ciencias Humanas UNICEN. Estamos en contacto en una red desde el Colegio de Profesionales del T.S. de esta región del país y a nivel nacional.


Uno de los teóricos del T.S. expresa "el Trabajo Social está para comprender, en profundidad y desde allí construir junto con ese otro que reclama la intervención las posibilidades de transformación que esta conlleva" (Dr. Alfredo Carballeda).

¿Cómo surgió tu decisión de desempeñarte en la FIO y cómo se dio ese ingreso?
En 1989, mientras esperaba la evaluación de mi Tesis de la Licenciatura en Trabajo Social, leí en el Diario El Popular que solicitaban una Trabajadora Social, y, como ya tenía el titulo intermedio y mi vocación desde el Trabajo Social siempre fue el ámbito educativo, me presenté.


Éramos más de veinte en fila en la galería del edificio de Civil, aula 3. Recuerdo que presenté un proyecto escrito a máquina y en una carpeta de cartón rosa que todavía anda por ahí, proponiendo la articulación entre niveles para favorecer los proyectos juveniles (de algo de eso hablaba mi Tesis). La psicóloga y alguien de Rectorado consultaron mucho sobre eso. Y gané el concurso.


En principio fue una dedicación simple para los Programas de Bienestar Estudiantil de la UNICEN, cargo en el que me desempeño también actualmente para becas de ayuda económica y recepcionando consultas por protocolo por violencia o discriminación a causa de genero, junto a varias colegas distribuidas en cada Facultad (Evelina Piovacari, Marcela Cociancich, Bibiana Valbuena, Constanza Albornoz, Natalia Ciancia, Emilia Vigneau. Coordina el Área de T.S. Sandra Pantusa y la Secretaría Rafael Curtoni).


Luego en 1991, surge un cargo vacante en el entonces Gabinete psicopedagógico de la FIO, y empiezo a participar de programas de orientación propios de nuestra Facultad, además de acompañar el programa de la residencia universitaria de la FIO, organizamos ese año “encuentros culturales entre residentes y CEFIO”, mostrando a la ciudad el logro, único en el país, en ese entonces, de contar con un servicio habitacional propio en una facultad.


Empezamos a construir junto a las Psicólogas Susana Schwindt y Ana Hansen, un espacio más interdisciplinario, comunitario y preventivo de la orientación vocacional ocupacional para las escuelas secundarias (OVO), dejando de trabajar a demanda y en las jornadas de profesionales, y empezamos a ir a las escuelas para brindar el servicio y así fortalecer el derecho a la educación, al informar sobre educación superior y sus posibilidades y además al propiciar reflexiones sobre los proyectos de futuro, de estudio y de trabajo.


Asimismo trabajábamos, junto a docentes de la FIO, en los diversos programas de ingreso que se fueron sucediendo a lo largo de los años. Es así como, en el 2000 propusimos un programa de orientación educativa para los propios estudiantes de la FIO, que los acompañara en sus transiciones y cambios. No solo del ingreso, sino de su mitad de carrera y final de carrera. Por el cual realizamos intervenciones cuali y cuantitativas, tanto de entrevistas, encuestas y encuentros con estudiantes, o docentes y/o no docentes (PCU: Programa Planificación de la Carrera Universitaria, aprobado por el CAFI).


También eso derivó en la propuesta, junto al GIASU, para que la FIO cuente con un Programa Institucional de Tutorías, el cual está coordinado por una docente de Ciencias Básicas y una de las integrantes del Área de Orientación, actualmente junto a Beatriz Boucíguez y Andrea Riera.


Participo del grupo de investigación GIASU (Articulación secundaria universidad), categoría IV. Es un espacio de reflexión, intercambio y propuestas creativas muy enriquecedor.


En 2013, motivada por Marcelo Spina y Fabián Irassar escribí un libro sobre causales de abandono en primer año, uno de los temas que me ha desvelado desde que soy universitaria, y no me resigno a que sea naturalizado como imposible de cambiar. A todo integrante de la universidad debiera comprometernos más y más. Creo que se hacen muchísimas acciones y que por ese apoyo el número no es aún mayor.


Como asignación de funciones, y por mis capacitaciones docentes, soy profe en Profesorado en Química, en la primera entrada a escuela que hacen en sus prácticas. Y brindo desde allí un curso sobre grupos humanos para todos los claustros.


Todo esto fue posible por grandes maestras y maestros que sostienen y acompañan el camino. Realicé la capacitación y espacialidad en orientación vocacional ocupacional, en orientación familiar y en dinámicas grupales, viajando a Buenos Aires los primeros años, en donde también co – participé en la formación de la Asociación de Orientadorxs universitarias en 1994, siendo su secretaria. Luego cursé la maestría en psicología educacional, cuya tesis versa sobre la formación de las competencias sociales en las trayectorias de vida de ingenierxs.


Actualmente entonces, ejerzo mi profesión desde dos trabajos/ámbitos en la universidad: uno es desde la Secretaría de Bienestar Estudiantil UNICEN (Becas, Protocolo, entre otros servicios) y el otro es desde la Secretaría General de la Facultad de Ingeniería, en el Área de Orientación (OVO, PCU y Residencia).


Contamos con el acompañamiento del Secretario General de la FIO, Ing. Néstor Ferreyra. Y en el Área trabajamos en forma integrada e interdisciplinaria tres personas de disciplinas diversas pero con especializaciones en orientación educativa, por ello nos llamamos Orientadoras. Mis compañeras son Florencia Bellomo (Lic. en Psicopedagogía) e Ignacia Capitanich (Lic. en Psicología).


Florencia concurre presencial al servicio los martes y jueves de 13,30 a 16,30 e Ignacia los miércoles y viernes de 8 a 11hs. Y todas atendemos la demanda en vocacióEsta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. y en Instagram o Facebook FIO Dpto de Orientacion.


La tarea del Trabajo Social se nutre de la mediación entre otras profesiones y ámbitos.

¿Cuáles son las problemáticas más recurrentes que te proponen los y las estudiantes en la FIO?
Es muy variado. Desde cuestiones muy sencillas a cuestiones muy complejas. En general, oficio de puente, de decodificador de esa ajenidad que a veces se torna la universidad para quienes desean acercarse o aún dentro, aun no logran hacer vínculo, agruparse, permitirse retomar si tienen obstáculos, buscar recursos para sostenerse. Nadie puede nada en soledad, en conjunto vamos construyéndonos. Hay mucho de “pensar en voz alta”.


Hay situaciones de: “cómo compatibilizo trabajo y estudio, tanto para iniciar como para seguir”; “desempleo o problemas de salud o vinculares de sus progenitores y cómo eso impacto en seguir o no seguir”; “alto stress por exámenes finales y/o por pandemia y virtualidad”, y derivarlo a la Psicóloga; “no entender un contenido o a un docente o no animarse a consultar dudas”, y derivarlo a la Psicopedagoga; “problemas de salud, o de violencia intrafamiliar o entre allegados”, derivo; “asesoría para cuestiones legales (cambios de apellido, nombres, filiación, cuotas alimentarias, pensiones)”, derivo.

 

berrino2019


Anteayer atendí a un alumno que solicitó re orientación vocacional porque tenía que decidir entre dos ingenierías. Ayer a una alumna que luego de una asesoría de Trabajo Social pudo conseguir la donación de una computadora para cursar mejor. Ayer acompañe en la gestión del jardín maternal para la hija de una ingresante. Hoy entrevisté a una alumna que ha seguido estudiando y con buena producción a pesar de atravesar una experiencia de violencia verbal de género de un par. Hoy entrevisté a un alumno que me avisó que le había ido bien en una asesoría de Trabajo Social: pudo acompañar a su madre a gestionar la “Pensión por más de 7 hijos”, que posee nuestro país. Hoy le avisé a un estudiante nuevas consideraciones en la ley de discapacidad y empleo. Hoy hablé con una profe para pensar juntas alguna acción para con estudiantes que hayan desaprobado más de una vez. Hoy hablé con un Nodocente sobre asesorías en empleos. Hoy vino un ingresante 2021 a saludarme, porque era la primera vez que pisaba el CUO y nos habíamos contactado por video llamada. Hoy he hablado con muchos de final de carrera, que solo adeudan el PFC, porque esta noche hacemos encuentro con ellos para asesorarlos. Y así…

En ese sentido, ¿notás que los temas que preocupan al colectivo de estudiantes de ingeniería han cambiado en los últimos años?
Van cambiando las formas, en el fondo son las mismas preocupaciones. Relacionadas con los apoyos y sostenes para ir construyendo ellxs mismos sus proyectos.


Muchas de las consultas de hoy tienen que ver con la pandemia y la virtualidad. ¿Volvemos a la presencialidad plena? Es lo que mas preguntan.
Con incertidumbres instrumentales sobre lo habitacional en ciudad sede carrera: “Muy caros los alquileres para estudiantes”.


Y con incertidumbres más profundas, sobre la superación de ciertos sentimientos negativos que han aparecido en pandemia/virtualidad y con la superación de mayores desigualdades económicas.


La propuesta es siempre el encuentro humano y que el paso por la universidad sea una experiencia transformadora para bien de sí y del mundo social y natural.

 

 

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