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nodocente 23
 
• 24 de noviembre de 2023
• Tiempo de lectura: 4'

 

En total, 42 trabajadoras y trabajadores forman parte de este enorme engranaje dentro de la Facultad de Ingeniería. Brindan apoyatura técnica, administrativa, de servicios y de cooperación. En la voz de Casilda Delfino, que se desempeña en el área de Recursos Humanos, hacemos un alto para conocer cómo trabajan y celebrar en su día.


“Me considero una privilegiada de pertenecer a un claustro que viene trabajando activamente para el bienestar de todos”, dice Casilda Delfino, orgullosa de ser parte del personal nodocente de la Facultad de Ingeniería de Olavarría. Su oficina, ubicada en el edificio de ingreso a la Facultad, es de puertas abiertas. Desde allí atiende, escucha, propone y resuelve, siempre dispuesta y con una sonrisa como primera respuesta. Está en Recursos Humanos, área que parece calzarle a la perfección. Comparte agremiación con más de cuarenta trabajadoras y trabajadores que hacen la apoyatura técnica, administrativa, de servicios y de cooperación necesarias para que la comunidad FIO funcione.


“Como recurso humano que somos tenemos un rol importante dentro de toda organización universitaria. Cada uno tiene un talento y la sumatoria de esos talentos agrega valor a las instituciones”, destaca Casilda, que transita desde hace 16 años los pasillos de la Facultad.

 

Apostar al Estatuto


Se inició como técnica profesional y luego, por convenio, ingresó a planta permanente; algo que agradece y celebra, sobre todo el 26 de noviembre, día en que todas las Universidades Nacionales del país festejan el Día del Nodocente. La fecha conmemora el histórico Congreso de 1973 en el que se acordó la unión de las dos organizaciones que nucleaban a los trabajadores de las Universidades Nacionales.


“Estamos en la administración, en el edificio principal, en cada departamento, en los laboratorios, en mantenimiento y en limpieza. Hoy somos 42 personas y se ha ido renovando generacionalmente” el staff.

 

delfino


Habla en nombre de todo el colectivo y considera que el rol de los/as Nodocentes tiene más relevancia que en otros tiempos aun cuando “siempre hay cuestiones por mejorar o avanzar”. Sus palabras se asocian, de inmediato, a la relevancia que implicaría “tener un apartado nodocente dentro del estatuto en la UNICEN” imitando a “algunas universidades que ya lo han estado trabajando”.


La sanción de un cuerpo unificado de normas que regulen los derechos y deberes de los agentes Nodocentes dentro de la UNICEN sería un salto cualitativo que aspiran concretar. “Sería un buen reconocimiento estar dentro del Estatuto”, enfatiza la trabajadora universitaria.

 

 

El lazo con otros claustros


Con entusiasmo y alegría, admite que “el trabajo me encanta”. Su área tiene tareas descentralizadas pero depende de la Dirección de Recursos Humanos del Rectorado. “Hace 13 años que hago estas actividades, inicialmente comencé en la Secretaría Académica en concursos docentes y después surgió una vacante, me presenté al concurso, quedé primera en orden de mérito y me mudé acá”.


Se piensan como comunidad nodocente con un fuerte sentido de pertenencia. “La mayoría de nosotros nos sentimos orgullosos de ser parte de la FIO” y de tender puentes tanto entre estudiantes que se apropian de cada rincón de la Facultad como con los docentes que se dedican a transmitir saberes y valores. Pero también deben entrenarse para acompañar y apuntalar a la conducción de la institución o guiar a quienes llevan a la acción sus títulos como graduados/as.


La construcción de relaciones interpersonales siempre ha sido clave, sobre todo a partir de la pandemia. Esa necesidad de empatizar constituye “un reto diario. Las organizaciones están conformadas por personas y las personas tenemos emociones. No es lo mismo un mueble que lo puedo manipular que estar frente a una persona a la que hay que conducir, motivar. A veces la emoción es lo que nos activa para un comportamiento que va a tener un impacto y si quiero que sea positivo tengo que aprender a gestionar esa emoción y a mi equipo de trabajo. La idea es formar y fortalecer buenos equipos para lograr los objetivos que nos planteamos”, reflexiona Casilda Delfino.


No hay dudas de que a la hora de “gestionar las emociones en los equipos de trabajo, el líder o la persona que las conduce tiene que estar muy atento a manejar los talentos que a veces tenemos ocultos. Eso también es un desafío”, analiza la nodocente.


La convivencia con los diferentes claustros es enriquecedora. “Compartimos la integración del Consejo Académico”, aclara Casilda como consejera nodocente. Asume que en esos espacios es clave “participar, comprometerte, y adquirís una mirada más integrada que fortalece los lazos con los docentes, estudiantes y graduados. De todas maneras, en mis puestos de trabajo siempre estuve muy vinculada con todos los claustros y en Recursos Humanos es más aceitado el mecanismo”.


Casilda es Nodocente pero también graduada, ya que se formó como Analista en Organización Industrial. “Tengo el corazoncito dividido”, plantea entre risas, al reconocer que tiene un pie en cada claustro. “Hay trabajar todos esos vínculos para generar el bien común y la mirada de cada uno es enriquecedora”, destaca casi sobre el final.
Convencida de que ese es su lugar en el mundo, cierra con una frase que sintetiza su conexión con esta institución que funciona a 10 minutos del centro, rodeada de verde, y donde lo que prevalece es la identidad FIO. “Volvería a elegir la Facultad de Ingeniería para trabajar y para estudiar”, dice Casilda Delfino, con esa calidez de puertas abiertas que siempre invita a ser parte.

 

 

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