Actualidad

Ingeniería está lista para la evolución minera

Una gran parte de los objetos que nos rodean provienen de la minería. Sería difícil en este tiempo prescindir de productos como teléfonos celulares, alimentos, papel o cemento. La transformación de la naturaleza sigue siendo un desafío para la humanidad, y sus aplicaciones un universo en expansión.
El desarrollo y la modernización de la minería regional podrían tener un gran salto de calidad con esa expansión asociada al conocimiento. Desde hace varios años las investigaciones surgidas desde la Facultad de Ingeniería de Olavarría han motivado mejoras en procesos mineros, en los productos y subproductos, así como en cuestiones ambientales, económicas y sociales.
Ahora Ingeniería está preparada, a partir de equipamiento tecnológico único en la región, a realizar nuevas mediciones, mejores análisis e investigaciones, que abren nuevas posibilidades para la industria minera moderna. Su flamante Laboratorio de Micropartículas y Planta Piloto de Aeroclasificadores, complementado con toda una red de laboratorios propios, permitirá una mayor sustentabilidad de los materiales regionales, un mayor valor económico, más competitividad, e innovación en sus aplicaciones.
Atenta a las riquezas de la zona, Ingeniería se concentra en los recursos minerales que incluyen toda la serie de carbonatos, como todos lo que provengan de las arcillas y los agregados pétreos, que generalmente se utilizan en la construcción. Son los usados en hormigón, morteros, cargas, filler, extensores, en distintas industrias.
El ingeniero Fabián Irassar, director del Departamento de Ingeniería Civil y responsable del Laboratorio de Micropartículas sostuvo que "actualmente la construcción es la mayor destinataria de recursos naturales, y en Olavarria está claro que somos los proveedores del cemento, la arcilla, la piedra. Con nuevos procesos amparados en mejores análisis, podemos usar alguna parte del magnesio de la dolomita, o tener un silicio más puro, en definitiva separar minerales por el grado de pureza. Esto es muy importante para la industria metalúrgica, química, agrícola, del vidrio y la cerámica, y todo tiene otro valor", graficó.

Valor agregado

Irassar indicó que el valor agregado para los recursos minerales de la región "está dado por tres factores". En principio, por el grado de pureza mineralógica. "Esto requiere un cambio en la explotación de nuestros yacimientos. Cuando ciertos minerales puedan ser molidos finamente en distintos tamaños de partículas, alcanzan otros valores muy distintos. Generalmente se usan como agregados para la industria del plástico, que lo hace más barato y con mejores propiedades mecánicas. También en la construcción, en las premezclas de morteros, selladores, compuestos asfalticos, masillas, todo tiene cargas minerales donde la pureza es determinante. El tema es que muchas veces todo estos productos se importan".
Otro de los factores que le agrega valor al mineral es el tamaño de las partículas, y el tercer factor es la posibilidad de que esas partículas sean recubiertas con ciertos compuestos químicos que le mejoran las propiedades.
El docente e investigador de Ingeniería asegura que "empieza a haber un mercado de mayor valor para nuestros de minerales, que se conocen como minerales industriales particulados, los cuales pueden ser explotados por pequeñas operaciones, porque el volumen que se usa es menor, pero el valor es mayor, y además hay muchas reservas de fácil acceso en nuestra región", explicó. "Lo que se necesitan obtener son procesos que requieran menos energía y dejen menor cantidad de desechos y daños ambientales", subrayó.
Al mismo tiempo "hay que reconocer que se va a seguir haciendo una explotación de los recursos minerales tradicionales, para los que tenemos que encontrar una maximización del uso para que el daño sea mínimo, con el mayor beneficio económico posible", completó Irassar.

El potencial invisible

Para lograr mayor valor agregado de los recursos minerales, y mayor competitividad, se requiere de una gran inversión en tecnología, y formación específica del recurso humano. Esto implica hundirse en la microestructura de los materiales, allí donde el ojo humano es incapaz de llegar. Para esto se requiere un equipamiento específico, para hacer microscopía electrónica, análisis granulométrico laser, y también el dominio de la tecnología del flujo de aire para poder producir la separación y la clasificación de este tipo de partículas.
En ese sentido, el aporte de la Facultad de Ingeniería es el Laboratorio de Micropartículas y Planta Piloto de Aeroclasificadores, que está en la fase final de instalación y prueba de equipos, y pronto estará al servicio de toda la industria. Este centro de estudios convierte a Ingeniería en uno de los referentes nacionales en el análisis de minerales particulados. Dicho laboratorio surge de la interacción de la investigación y las empresas Metalmecánicas del Grupo GREMET (Grupo de empresas metalmecáncias de Olavarría) acortando la distancia entre la generación del conocimiento, su aplicación y la generación de riqueza.
Esta potencialidad tecnológica articula los campos de las diferentes carreras que se dictan en la Facultad, donde no sólo permitirá dar respuesta a problemas industriales, sino que también serán un insumo para seguir generando conocimiento.
Fabián Irassar resaltó la importancia de tener estos laboratorios cerca de los polos productivos para que se puedan realizar desarrollos, a partir de nuevos conocimientos, de mediata e inmediata aplicación.
"Esto va a permitir la sinergia entre las distintas actividades del sector minero con su capacidades para identificación, certificación y resolución de problemas tecnológicos, que seguramente generará un mayor valor económico, una maximización de los recursos naturales, con alto impacto en el bienestar de toda la sociedad", concluyó el ingeniero.

facefio
twfio
youtubefio
instagramfio