Cuando una persona decide tomar las riendas de su futuro y comenzar a transitar el camino para alcanzar un anhelo, no tiene demasiado presente que a lo largo de su carrera universitaria se encontrará con uno de los actores fundamentales de su formación, el pilar de un largo proceso y un aspecto indisoluble de la formación académica: el docente universitario. En la Facultad de Ingeniería hay cerca de 200 docentes que diariamente instruyen, guían y trabajan comunitariamente con los estudiantes, graduados y profesionales en la vida universitaria.

La docencia universitaria es una actividad que requiere una formación y una dedicación especial. "En general muchos de los docentes universitarios tienen otras actividades además de la docencia. Nuestra tarea central es la docencia de grado y posgrado y las otras actividades como la investigación, en vinculación, transferencia, extensión, e incluso la gestión de la propia universidad son tareas igualmente importantes pero que se realizan como refuerzo del trabajo en la Universidad", explicó la Secretaria Académica de la Facultad, Dra. Adriana Rocha, quien ha realizado varias investigaciones sobre educación universitaria.

Estas actividades constituyen la profesión, que apunta no sólo a enseñar sino también a generar conocimiento, por lo que es importante tener presente que todos los docentes son un eslabón fundamental en la formación académica. "Poder hacer docencia en la universidad implica que uno desarrolle el conocimiento vinculado al campo científico, a la sociedad de distintas maneras y ámbitos, a la gestión y a los grupos de investigación", señaló Rocha.

Desafíos

Para la docente de Ingeniería Química y el Profesorado en Quimica, Adriana Cañizo, el desafío es siempre encontrar cómo motivar a los alumnos para que les interese lo que uno cuenta. "No siempre es fácil, aunque uno sabe que los alumnos que están en la Universidad han elegido la carrera", destacó la profesora. Con más de 30 años de docencia, la profesional expresó que "a veces cuesta encontrar esa motivación, aspecto que constituye una parte fundamental de la educación. Los contenidos en ingeniería muchas veces no cambian con el correr de los años, los que cambian son los alumnos, y el desafío es amoldarse a esas nuevas cabezas".

Otro desafío fundamental es el poder articular el trabajo del docente como actor de un cambio social. "Los cambios son enormes, y hay dos patas en las que tenemos que apoyarnos los docentes universitarios: una es el trabajo en equipo. Fundamentalmente el trabajo en equipo de docentes al interior de las carreras y al interior de las Facultades, es decir, trabajo interdisciplinario. Por otro lado, la formación para la docencia", señaló la Secretaria Académica. Ante una sociedad en continuo cambio, los retos son muy grandes y en la Facultad de Ingeniería se afrontan con compromiso y responsabilidad.

Uno de ellos, por ejemplo, es la superación de las limitaciones físicas y la implementación de la educación a distancia. Días atrás finalizó el primer curso sobre Procesamiento Digital de Señales con la modalidad a distancia, en el marco del Doctorado en Ingeniería. Para el ingeniero Guillermo Jaquenod, a cargo del curso, este tipo de educación supone "la adaptación a la idea de que cada estudiante puede estar tomando las clases desde su casa, que es lo que te permite Skype. Esa inercia cuesta porque estamos acostumbrados a la clase tradicional", indicó el especialista en electrónica.

Por otro lado, "lo difícil es que uno no le ve la cara a la gente. Cuando vos están dialogando con los alumnos y estás tratando de explicar algo, con ese contacto de ojo a ojo en función de la expresión, uno se entera si el alumno está perdido, si está entendiendo o tiene dudas hasta que aparece el brillito de que cayó. A distancia eso se pierde un poco", consideró Jaquenod.

En la profesión la duda de cómo seguir enseñando, es habitual. Según la docente Cañizo, "nosotros aprendimos haces años y aunque hay cursos, tenemos que trabajar en darles herramientas a los estudiantes para que sepan dónde buscar, a quién recurrir y que sepan dónde buscar las cosas".

Futuros profesionales

"La cuestión de cómo abordar el trabajo con los nuevos grupos de estudiantes nos requiere a los docentes universitarios romper con las posturas tradicionales de enseñanza, centradas fundamentalmente en el docente como  el especialista que plantea qué es lo que hay que saber. Hoy es cada vez mayor la necesidad de tener demasiado en cuenta cuales son las características del estudiante que tenemos delante. La educación a distancia es una oportunidad inigualable para que los docentes repensemos nuestra práctica poniendo al estudiante en el centro de la escena".

"El centro de la enseñanza universitaria es el estudiante. Yo no enseño para enseñar mejor, sino para que el otro aprenda mejor. Y en el hecho de que aprenda mejor tengo el reconocimiento de que estoy enseñando bien", explicó Rocha.

El trabajo del docente universitario es un aporte invalorable a la formación de profesionales y requiere de profesionales con una mirada científica crítica no sólo sobre su función docente en las carreras de la institución sino también sobre la Universidad y la sociedad, beneficiaria de todo este trabajo a la que los docentes le ponen el cuerpo y el alma.