En busca de fortalecer las competencias y aptitudes de los futuros profesionales, los ingresantes a la FIO participan de distintas actividades orientadas a mejorar sus destrezas en la lectura, la escritura, y la oralidad.
Se trata del Espacio LEO, que forma parte del nuevo Programa de Ingreso a la FIO, y que atiende las dificultades comunicacionales de los jóvenes al comienzo de su vida universitaria.
En un nuevo paradigma cultural, donde las tecnologías proponen vínculos a través de las pantallas, donde se ponen en juego relaciones intergeneracionales, y donde el mundo laboral espera mayores saberes más allá de lo técnico, el desafío es promover mejores hábitos y saberes comunicacionales, que potencien las posibilidades del éxito personal y profesional.
El diagnóstico elaborado por la Facultad indica que los jóvenes ingresan con dificultades en la lectura, la escritura, y la oralidad. Pero no es que lo hacen poco o mal, sino que el modo en que lo hacen no es exactamente el que espera la universidad para cumplir con sus requisitos académicos.
En el espacio LEO, los alumnos y docentes trabajan para complementar sus competencias lingüísticas. En este proceso, también la Facultad asume el desafío de construir nuevos puentes humanos y tecnológicos con los jóvenes.
Esta propuesta está coordinada por el ingeniero Orfel Fariña, donde participan otros docentes de distintas carreras. En la mecánica de los encuentros, todos los ingresantes trabajaron sobre textos comunes, y por grupos debieron preparar informes y presentaciones para diferentes destinatarios. Allí se pusieron en juego las restricciones del universo discursivo, según cada momento o situación.

Fariña asume el espacio como la posibilidad de "encontrarte con lo que la profesión es: ante un problema hay que tomarlo, interpretarlo, agregarle valor, reformularlo, socializarlo, comunicarlo, todo el circuito que implica el ejercicio profesional".
Por otro lado "tenemos una pretensión algo menor que es desarrollar herramientas propias de la comunicación. Más agilidad en la lectura, mejor comprensión de textos, mejorar la defensa de las ideas, en el debate. Pero modesto porque en cinco encuentros es muy difícil lograr grandes aptitudes".

Percepciones

"La experiencia es completamente exitosa", sintetizó el ingeniero, teniendo en cuenta varios logros en los resultados, y también algunas desilusiones. "Hay trabajos muy buenos lo cual hablaría de que todo el circuito cerró bien, pero también grandes dificultades que se tornan peligrosas para la vida universitaria y el futuro profesional. Sobre éstas estamos alertas para corregirlas", sostuvo Fariña.
En la formación de un profesional, Ingeniería trabaja desde hace años con un perfil integral de competencias, lo que será clave para su éxito. Desde el comienzo –indica Fariña- "la Universidad te da la bienvenida con matemática, física, resolución de problemas, y también espacios de lectura, escritura y oralidad. Esto es una declaración de principios. Ahí hay un mensaje que se les está dando a los ingresantes, que permite luego trabajarlo en el aula con otra entidad", explicó.
"No alcanza con la destreza técnica: un buen producto mal presentado es un mal producto. Es una convicción que yo tengo desde siempre y a veces la docencia es un poco remolona, y la ingeniería también, por eso saludo con algarabía que estemos en este camino", amplió el ingeniero. "Como docentes también nos va a obligar a revisar algunas cuestiones", agregó.