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El impactante aumento anunciado días atrás para las tarifas de servicio eléctrico conmocionó a los usuarios. Las explicaciones oficiales parecen no haber sido suficientes para aclarar a la sociedad la razón por la que la suba del servicio alcance porcentajes superiores a 40 puntos, de un mes para otro.

24 de mayo de 2017

 

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Oscar Pesci y Gustavo Kazlauskas, Ingenieros de la FIO

Los Ingenieros Oscar Pesci y Gustavo Kazlauskas forman parte del Departamento de Ingeniería Electromecánica de la FIO. Con muchos años de trayectoria, disparan: “Es importante entender cómo está compuesta la tarifa. Por un lado están los cargos referidos estrictamente al consumo energético; después están los impuestos. Y, finalmente, hay otros conceptos, que cada Cooperativa puede incluir o no, como servicio de sepelio”.

Costo de energía

Los profesionales coinciden en presumir que el usuario no presta atención a las diferentes voces que componen su Factura. “Lo que el consumidor común mira, es cuánto abona”, afirma Kazlauskas.

Oscar Pesci explica que “la Cooperativa no muestra el armado de su cuadro tarifario. Aplica lo que le dice el Organismo de Control de Energía Eléctrica de la Provincia de Buenos Aires (OCEBA). Por ejemplo, si alguien vende un producto previamente calcula su costo según lo que compra en el mercado, y de ahí sale el precio final”.

Este armado de costos daría como resultado el precio primario. Es decir, los costos de generación, de transmisión, de distribución; tanto de energía como de potencia, y ese es el precio puesto en barras de 33 kV. “Esto es común a toda la región. A partir de ahí hay que ver cuánto se gasta por explotación, cuánto cuesta mantener la red, las subestaciones. Todo eso aumenta el valor de lo que finalmente se deberá pagar. Pero el costo de la energía en sí sigue siendo bajo”.

Los impuestos

Después sobreviene la carga impositiva que se agrega al precio de la energía. Y ahí hay impuestos nacionales, provinciales, que siguen siendo comunes a todos los municipios. Pero también están los impuestos municipales, y los ítems propios de las Cooperativas. Ahí es donde aparecen las diferencias de precio entre distintos Partidos cercanos.

A manera de ejemplo, Oscar Pesci menciona que “un caso clásico de la carga impositiva es la realización de alguna obra especial, vinculada con la energía. Un caso es el de la ejecución de una Central en la Laguna La Brava, que hace años que recauda con una voz especial y nunca se hace. Todo eso va sumando”.

El factor local

Gustavo Kazlauskas acuerda que “no es menor que no hay competencia, la provisión de la energía es monopólica. Lo que puede haber es costos comparativos, pero como cada Partido tiene su idiosincrasia aparecen los costos propios de cada uno. Entonces los costos de Tandil son diferentes a los costos que tiene Olavarría.

Cada Cooperativa tiene sus modalidades de funcionamiento, y decide la cantidad de empleados que tiene, las acciones que se hacen para incrementar la ganancia, lo que invierte en mantenimiento. Pero todo eso impacta en la ganancia que le queda a cada Cooperativa, ya no en el precio final”.

Pues entonces...

El Ingeniero Kazlauskas dice que “si uno mira la Factura de electricidad en detalle, el costo de la energía nunca supera la mitad del precio que finalmente paga el usuario. En los últimos años la energía no subía de precio, pero se fueron agregando más ítems que finalmente daban un aumento de la Factura al consumidor. Los costos de generación de la energía iban aumentando, pero eso no se trasladaba al precio de la energía: estaba subsidiada. No se le cobraba el precio total de la energía al usuario, porque el Estado Nacional se hacía cargo de parte del costo”.

El Gobierno nacional ya ha declarado su convicción de retirar ese subsidio. La intención es que el usuario pague lo que consume. “El aumento está vinculado con eso. Desde el punto de vista técnico no hay mucho por interpretar, es una decisión política. Parecería que así debería funcionar: un consumidor quiere un producto, debe pagar por él. Suena lógico que el Estado Nacional no participe. Salvo, claro, que se trate de un servicio esencial para la vida, como el agua”, sostiene Kazlauskas.

... quién lo tiene?

Ahora, la pregunta pasa a ser cuán esencial es la energía eléctrica. Según Oscar Pesci, es muy difícil separarla del bienestar de la gente. Y cada vez es más difícil. “No digo que haya que regalar la electricidad, pero hay que marcar la diferencia entre costo y tarifa. El costo, es técnico. La tarifa, es política. Cuando aplico tarifa en la decisión, es una cuestión política”.

La entrevista deriva hacia los puntos de vista individuales de los protagonistas. Aunque ambos coinciden en que el aumento se trata de una decisión política, para Pesci “hay que tener en cuenta la accesibilidad al servicio cuando se decide qué cobrar. A mí me parece que no podemos pagar la electricidad a tarifas internacionales. Porque, además, tampoco contamos con el bienestar de los países que pagan esos valores. Da la sensación de que la mirada de Aranguren es llevar los valores a niveles internacionales. Y posiblemente las tarifas deban ser otra cosa.

Su colega, por su parte, opina que “el aumento está ligado al retiro de los subsidios. No sé si se arribará a tarifas internacionales”.

Y siguen el debate entre ellos. Apasionados, intensos. Aunque mientras tanto, las Facturas sigan subiendo...

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