Con grandes experiencias, estudiantes de ingeniería civil cierran un interesante año de trabajo con el gobierno bonaerense.

• 06 de septiembre de 2017

 

 

En octubre del año pasado, estudiantes de Ingeniería Civil de la Facultad de Ingeniería comenzaron a recorrer territorios de la provincia de Buenos Aires, como parte del “Proyecto de información de gestión del fondo de infraestructura municipal”. La iniciativa contemplaba el control de 180 obras en 29 municipios bonaerenses. A cada una de ellas fue el grupo de estudiantes y en cada oportunidad, volvían con nuevas experiencias.
Fundamentalmente, la tarea de los jóvenes bajo la coordinación de docentes, era la de controlar la ejecución y progreso de las diferentes obras municipales, establecer su inicio, el grado de ejecución, los niveles de prestaciones y seguridad e higiene, entre otros aspectos. Para eso el Ministerio de Infraestructura proveyó una plataforma web, a la cual también acceden otras universidades que cubren el resto de la provincia de acuerdo con sus condiciones geográficas.
“Los estudiantes tuvieron la posibilidad de captar el desarrollo de obras, donde algunas eran llevadas adelante por personal municipal, otras por empresas e incluso de manera mixta”, explicó el ingeniero Fabián Irassar. “Se encontraron con procesos detenidos por dificultades y cuestiones de todo tipo”, agregó. En total se inspeccionaron 180 obras, de las cuales un gran porcentaje están finalizadas, incluso en Olavarría.
Trabajo continuado
Lo más importante de la actividad, que muchos han hecho para que sea su Práctica Profesional Supervisada – explicó Irassar- es el concepto de organización, de evaluación de progreso de obras, un concepto muy interesante que tiene que ver con el hacer, con destacar la cantidad de factores que van más allá de lo técnico. “Creo que la revalorización influye en muchos factores y la decisión técnica puede estar, pero hay un recurso humano, político y social que debe llevar adelante ese hacer, y para eso lo único que valen son las relaciones humanas, la unión de personas hacia un fin beneficioso para todos”, expresó el investigador, que junto al ingeniero Fabio Arrignon organizó la tarea del de los 15 estudiantes que fueron rotando.
La variedad de las obras encierra valor en sí mismo. Supervisaron trabajos de hidráulica, desagües pluviales, cloacas, viviendas, agua potable, pavimento, asfalto, hospitales y hasta restauraciones en patrimonios históricos. En tanto, existe la posibilidad de que la Facultad se sume en una segunda etapa, donde muchas de las obras serán continuidad de estas, ya que “en un año no se hace un centro de salud o se lleva agua a todo un barrio”, señaló el ingeniero civil.
Por su parte, el estudiante Franco Vitale consideró que la experiencia “nos aportó una nueva mirada de la carrera. Vimos distintos tipos de otras, así como distintas formas de hacer la misma obra”, expresó. La experiencia social fue tremenda también; ahora conozco pueblitos que nunca hubiera conocido”, aseguró. Al igual que otro integrante del equipo, Julio Llorente, coincidió en que tuvieron una gran oportunidad para conocer ciudades y bonaerenses. “Lo que vemos en la carrera muy intenso y te lleva a tener un conocimiento muy amplio de lo que se hace, pero lo social es muy particular. Fue algo distinto a una experiencia laboral regular”.”, remarcó Llorente
¿Anécdotas? “De todo tipo”, contestó Vitale. “Un día se nos rompió el vehículo de la Facultad de América, partido de Rivadavia pegado a la frontera con La Pampa, y cómo éramos tres y la grúa llevaba a uno solo, nos quedamos. El colectivo salía a las 23 y eran las 10 de la mañana. Nos recorrimos el pueblo y luego fuimos a Trenque Lauquen a tomarnos el bondi. Cerca de Pehuajó se rompió una correa y nos clavamos un rato ahí. Llegamos a la madrugada”.
El trabajo es importante por las realidades que han vivido, agregó Irassar. ”La realidad del pueblo chico, la realidad de la ciudad, los kilómetros que hay que hacer para encontrar un pueblo que parece perdido, los problemas del territorio. En este sentido, me siento satisfecho fundamentalmente no por el desempeño técnico sino por el gran grupo humano que se formó y todo lo que nos enseñaron los alumnos sobre tecnologías de la comunicación al servicio de trabajo”. El docente también destacó que el trabajo entre alumnos y alumnas, llevó también a que los estudiantes rompan con el prejuicio de la mujer en la obra. “En ese sentido también se aprendió mucho”, concluyó.