La docente Silvia Urrutia y su experiencia en la formación de emprendedores.

El camino que la Facultad de Ingeniería comenzó a transitar para trabajar el emprendedorismo puede encontrar varios puntos de partida. Uno de ellos se remonta al año 2008 cuando la ingeniera Silvia Urrutia, junto al ingeniero Marcos Lavandera y Leonardo Maiola asistieron en Mar del Plata a un curso intensivo dictado por una especialista brasileña. “Ese curso fue el disparador para hacer otras capacitaciones y empezar a trabajar con proyectos locales”, recordó Urrutia, quien se ha comprometido con el aporte de la FIO al entramado social.

Egresada de lo que en su momento fue la carrera de Ingeniería Química Industrial, y actual directora del departamento de Ingeniería Industrial, Urrutia sostiene que su paso por la Universidad Pública como estudiante, y actualmente como docente investigadora, le forjó un compromiso con la comunidad de “devolver todo lo que me dio”.

Un gran salto

Parada en el presente, Urrutia destaca el crecimiento de la temática en la Facultad, con la creación del Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación y desde el año pasado, la instalación del Club de Emprendedores en conjunto con la Municipalidad de Olavarría y el programa Argentina Emprende. Señala que “la gente que se acerca hoy al CDEI, viene con una idea, la analiza y nosotros podemos colaborar desde distintos aspectos. Realizamos capacitaciones de aptitudes para emprendedores y de metodología de análisis de la idea, para ver si es viable el proyecto o no”, cuenta.

“Ahí es donde vemos otras realidades, y es lo que personalmente me apasiona, salís un poco del ámbito de todos los días”, dice. Una de las líneas de trabajo, es el curso de “Herramientas para Emprender”, realizado en conjunto con la Mesa Local contra la Violencia familiar y de género. “Ver todo el sacrificio que ponen las personas que vienen un miércoles a las siete de la tarde, para poder salir adelante, es muy estimulante”, expresa. “Lo interesante es ver cómo una idea se puede transformar en una oportunidad, y si tal vez aún no tienen una idea trabajan con el compañero para adquirir experiencia”, subraya. Esta capacitación también la han dictado por ejemplo, en La Casa de Helen, para los estudiantes y sus familias, en busca de inserción en el mercado laboral.

El aporte universitario

En este sentido, Silvia Urrutia resalta que antes en la formación de ingeniería no se hacía mucho foco en el emprendedorismo. “A mí siempre me interesó el aspecto social de la ingeniería. Cuando hice la especialidad en gestión empresarial y conocí la experiencia brasilera, estaba muy clara la relación de la Universidad con el entramado productivo. Antes el estudiante se iba a ‘trabajar a’, luego se comenzó a pensar en estimular la generación de emprendimientos propios y también de esa forma comenzar a generar trabajo para la sociedad. Este conocimiento se lo pudimos aportar a la formación y también es conocimiento para el bien de la ciudad y la región”.

Todas estas iniciativas han llevado a que la FIO postule este año a Silvia Urrutia para el reconocimiento Dina Pontoni del HCD local, por su compromiso con la comunidad. “Para mí es un desafío como docente buscar las diferentes formas de dictar un contenido, y todas son reconfortantes”, concluyó.