Una nueva etapa para Nora Eyler.

• 19 de julio de 2019

Cuando Nora Eyler llegó a lo que en ese momento era el Instituto Universitario de Olavarría en épocas de transición a Facultad de Ingeniería, se anotó en el Profesorado de Química y Merceología. “Era una época muy complicada para estudiar”, recuerda.

Ya en el año 1978 comenzó su carrera docente como ayudante de alumno. En ese momento se empezaba a hablar de investigación, “y los más jóvenes fuimos tentados”, hace referencia a ella, Susana Nolasco y Araceli Lavat. En aquellos momentos, comenzaban a darse los primeros pasos en el campo de la investigación, que con los años posicionaría a la FIO en un lugar de prestigio y vanguardia regional.

Nora fue una de las primeras becadas para hacer investigación, “era el semillero de la investigación en química”, sostiene. Para ello se radicó 3 años en La Plata, lo que también fue un desafío en términos generacionales. “Cuando hice la beca, mi abuela y mi vecina me decían cosas como ‘de casa mis hijas se fueron cuando se casaron’. Nosotras fuimos feministas a nuestro modo, no teníamos problema en salir a trabajar con compañeros de trabajo y tal vez nuestras abuelas no pensaban lo mismo”, señala.

Mucho tiempo después se doctoró. Pero antes hizo una Maestría en Metodología de la Investigación para lo cual viajaba más de un día entero para asistir a los encuentros presenciales en Paraná. El tema: peróxidos orgánicos, “sustancias químicas, especies que tienen características especiales pero lo usamos más que nada en la obtención de polímeros plásticos que es lo que seguimos trabajando en el grupo”, resalta.

Ya jubilada, piensa seguir un tiempo más colaborando con los proyectos en los que está involucrada, algo así como una transición, también en las materias de posgrado. En tanto, Carmen Mateo continuará en la materia Química Orgánica y Marianela Capitani en Metodología de la investigación de la Licenciatura en Tecnología de los Alimentos.

Respecto a esta nueva etapa “es un quiebre importante”, y que hace dos años que va a coro en la Alianza Francesa, hace gimnasia y tiene ganas de escribir. “Tengo un montón de planes”, asegura y no quiere dejar de resaltar “la colaboración de los chicos. Uno aprende de los más jóvenes y es importante”, reflexiona. “Siempre rescato privilegiar lo humano porque uno es parte de un engranaje, necesitamos buscar el bienestar general. Es importante estar e identificar nuestros problemas y los de las personas que nos rodean, a veces se nos pierde eso en el fragor de la lucha”, resaltó.

Hace un par de años, para un Día del Docente Universitario, Nora Eyler reflexionaba sobre el rol docente.