Estudiantes de Alemania, Francia y Brasil realizan experiencias académicas en Ingeniería.

• 30 de octubre de 2019

Llegaron a Olavarría desde diferentes latitudes y culturas, pero coinciden en muchas cosas. Extrañan la comida, les gusta la calidez humana de la Argentina, y se llevarán un equipo de mate a sus países de origen. Perrine, Raissa y Miriam llegaron a la Facultad de Ingeniería de la UNICEN, desde Francia, Brasil y Alemania, respectivamente, y se adaptaron fácilmente. Sus experiencias de movilidad se enmarcan en una fuerte política de intercambio llevada adelante por el área de Relaciones Internacionales, con el apoyo de estudiantes, docentes y Nodocentes.

Raíssa Gonçalves de Oliveira es ingeniera civil recibida de la Facultad de Ingeniería de Sorocaba perteneciente a la Universidad Facens. En los laboratorios de la Facultad, y bajo la tutoría de María Peralta y Oscar Cabrera, realizó una estancia de investigación de posgrado a través del Programa IAESTE, con el hormigón y sus patologías como tema central. “Una de las razones por las cuales elegí Argentina es porque son muy receptivos, como en mi país. Este es el primer intercambio que hago y fue muy lindo, me gustó mucho”, señaló en un fluido español que perfeccionó con el pasar de las semanas. En unos días volverá a su país natal.

Perrine Valérie Magnier estará en Olavarría hasta principios de diciembre. Está en el último año de Instrumentación y comercialización de sistemas en la Universidad de Lille- Polytech Lille, y este semestre cursa algunas materias de Ingeniería Industrial, a través del programa ARFITEC. Para evitar la pronunciación de la doble rr en su nombre, que no suena como la pronuncian los hispanohablantes, Perrine adoptó el apodo Pepé. Como vivió de pequeña 3 años en España, y estudió un poco el idioma antes de piso suelo argentino, no le resulta difícil comunicarse. “Me tuve que acostumbrar al acento porque nada que ver con el de España”, contó. “Pero como en la residencia somos ocho compañeros de piso, cinco argentinos y nosotras, practicamos las 24 horas. La gente muy buena, relacionarse es más natural y abierto que en Francia”, resaltó.

En tanto, Miriam Sprick, ronda por los laboratorios de Ingeniería Química de la FIO, adonde arribó por el Programa PROMOS DAAD (Servicio Alemán de Intercambio). En la Universidad Técnica de Braunschweig estudia Ingeniería química biológica y farmacéutica, y acá está conociendo un poco sobre el tratamiento de efluentes de industrias gráficas, entre otras investigaciones. Si bien solo hizo un curso de español, Miriam entiende y se hace entender muy bien. “No esperaba que la gente sea tan amable y abierta, especialmente con los extranjeros. En Alemania somos más distantes, especialmente con personas que no conocemos”, confesó.

“Hemos comido un montón de empanadas, tomado mate, la comida es muy rica”, destacó Pepé, y si bien Argentina tiene una amplia oferta gastronómica, las tres extrañan sus platos típicos. De Brasil los arroz y los porotos, y de Alemania, el pan negro “todos los alemanes que viajan extrañan eso”, aseguró la joven.

De la Facultad destacaron que sea pública (en Brasil el acceso a las universidades públicas es restringido, mientras que la educación privada es costosa), y la cercanía que hay entre la comunidad universitaria. En su universidad, por ejemplo, Miriam comparte instalaciones con 20 mil estudiantes. “Allá es muy difícil poder trabajar en un laboratorio, acá es más accesible, me gusta el ambiente”, expresó. “Para nosotras es mejor una facultad de estas características porque encontramos a la gente”, sumó Pepé.

También anduvieron por otros rincones nacionales. Pepé y Raíssa se fueron, antes de que llegue Miriam, a conocer Jujuy y Salta, y luego las 3 fueron a Ushuaia. Perrine además, estuvo dos semanas en Buenos Aires, “uno no puede aburrirse allí”, dijo.

Sus orígenes, comidas típicas e impresiones sobre Argentina, las contaron en la VII Jornada de Movilidad Estudiantil Internacional realizada días atrás y organizada por el Programa de Pares Internacionales de Ingeniería. Allí también contaron sus experiencias estudiantes de la Facultad que viajaron a México y a Francia y se degustaron platos típicos. Otra manera de viajar con los sentidos.