Estudiantes avanzados/as de Ingeniería Industrial simularon consultorías y asistencia técnica para empresas locales.

•12 de diciembre de 2019

Cuando hay gente con inquietudes, las ideas brotan. Después, solo resta trabajar para que crezcan. Así lo imaginaron Silvia Urrutia, Geraldina Roark y Joaquín Domato, que forman el equipo docente de la materia Administración de operaciones, de 5° año de Ingeniería industrial. Se les ocurrió generar un proyecto de extensión en el aula, y se tomaron el 2019 para hacer una prueba piloto.

La idea busca integrar extensión, docencia e investigación en el aula, y consistió en vincular a los alumnos/as de la cátedra con empresas PyMEs pertenecientes al Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación (CDEI). En ese juego, simularon una actividad de consultoría y asistencia técnica en tales empresas, generaron aportes para fortalecer su situación actual, evaluando alternativas ante problemáticas detectadas y/o realizando análisis de factibilidad para futuras ideas de negocios. Por supuesto, para llevar adelante la experiencia los y las estudiantes debieron aplicar casi todos los temas abordados en la asignatura. De hecho, el equipo docente perseguía incentivar el desarrollo de saberes, actitudes y habilidades aplicados a contextos relacionados con sus incumbencias profesionales.

Lo novedoso fue, además, que se trata de superar las experiencias previas de la misma materia: mientras que hasta el año pasado buscaban resolver puntualmente alguna problemática, ahora decidieron apostar a la definición de decisiones estratégicas al momento de evaluar una idea de negocios.

Los casos

El equipo conductor se contactó con “PuraVeta” y “Carolina López”, dos emprendedores locales en plena etapa de crecimiento. El primero de ellos con el interés de realizar un estudio de capacidad y un análisis de una nueva línea de producto y el segundo con la necesidad de evaluar una futura idea de negocios. Se sumaron además el emprendimiento “Tomato” y la empresa “Avanti S. A” con la idea de obtener un diagnóstico y el análisis de propuestas de mejora que fortalezcan su situación actual, y la “Casa de los Cristales”, con el fin de realizar una evaluación de un proyecto de inversión.

Cada equipo, a medida que avanzaba, exponía sus desarrollos y enriquecía la propuesta con la ayuda colectiva.
Los resultados fueron buenísimos, destacándose la motivación de los alumnos, los procesos de aprendizaje y la perspectiva de que esos trabajos resulten en un gran avance para futuros trabajos finales de carrera. Los empresarios, por su parte, han quedado completamente satisfechos con los aportes y también piensan seguir este camino en el futuro inmediato.

El equipo está en llamas, y ya planea efectuar una presentación formal del proyecto para el próximo año. Si se concreta, los alumnos/as podrán certificar las horas de “Prácticas Socio – Educativas”.