Inspiración peñera y solidaria por el ambiente.

• 18 de agosto de 2021

En menos de un año, el Complejo Universitario Olavarría cuenta con 115 plantas más de diversas especies, gracias a la iniciativa de un Nodocente de la Facultad de Ingeniería y su pareja, quienes a partir de una gran suma de voluntades entre amigos y compañeros pusieron en marcha un plan de forestación que todavía continúa.

Todo comenzó en octubre del año pasado, cuando una serie de incendios forestales consumieron miles de hectáreas en la provincia de San Luis. En ese momento Martín Graff, que trabaja en el Área de Mantenimiento de la FIO y es el líder de unos encuentros musicales por Facebook que con la aparición del Covid denomina Coronapeña, reaccionó al desastre natural y se propuso hacer algo desde su lugar.
Junto a su pareja Cecilia Fernández, Martín comprometió a algunos amigos peñeros y con los motivos de lo ocurrido en San Luis empezaron a darle forma a la idea de involucrarse con el ambiente.

“Vamos a comprar plantas, dijimos durante una transmisión en vivo. Va a ser lindo aportar nuestro granito de arena y poner una plantas”, relató Martín sobre aquellos inicios. La idea fue forestar el Complejo Universitario, donde Martín trabaja y tiene acceso para regar y cuidar las plantas. Con los permisos necesarios, en esa primera ocasión plantaron tres aguaribay y tres fresnos, cerca del Comedor y de Aulas Comunes.

La iniciativa se fue agrandando y más gente se comprometió. Las campañas de donaciones para comprar plantas siempre tuvieron buena repercusión, y cada vez fueron más las personas dispuestas a llevar su pala para plantar un árbol en el Complejo.

Este empuje musical derivado en ambiental logró reunir a varios peñeros locales, y de Laprida (de donde son oriundos Martín y Cecilia), Pehuajó, y hasta de Santa Fe, que llegaron a Olavarría para sumarse a esta idea forestal. Asimismo, un número cada vez mayor de docentes, nodocentes, estudiantes y graduados de la comunidad universitaria se plegaron a este impulso, con donaciones y trabajo.

Con la Coronapeña siempre vigente, Martín no bajó el ritmo de los compromisos y las campañas de forestación. Así, actualmente el predio del Complejo Universitario se ve beneficiado con más de cien especies de árboles, y ya está previsto añadir más de cincuenta.

Jóvenes, con tutores, y con el riego necesario, ya crecen aromos, aguaribáis, sauces criollos y eléctricos, palos borrachos, siempre verdes, eucaliptus, y muchos otros. Para la distribución en el terreno y la ubicación de las especies, Martín contó con la colaboración de la Secretaría General de la FIO.

Acá nos plantamos

Para Graff, “la planta lo único que sabe es dar. Da oxígeno, da sombra, da refugio a las aves, y da belleza a una zona despoblada. Todo esto me genera un sentimiento de alegría, por la participación que se ha promovido, me llaman todo el tiempo para colaborar, para donar. El último sábado de forestación pusimos 26 plantas, y vinieron más de 15 personas a trabajar con los pozos, hasta el párroco de la Iglesia San Vicente se acercó, y compañeros jubilados de la FIO. Así que es una alegría”, admitió.

Con ese impulso, el trabajador de la Facultad alentó a que más gente se sume a esta iniciativa. “Estamos con ganas de seguir, alentando a que más gente participe, y así seguir poniendo plantas. Yo no podría haber puesto más de cien plantas solo, esto es gracias a la gente. Cuando vienen amigos y compañeros a ayudar, es más fácil. Y Acá están los resultados, ya hay muchas plantas echando raíces en el Complejo”, resumió.