Archivo de Noticias

El rol de la psicología educativa en la Facultad de Ingeniería. Con trabajo interdisciplinario y lazos tanto académicos como vinculares. La pandemia y el sentido de pertenencia. En el día del Psicólogo, la Lic. Ignacia Capitanich, integrante del Área de Orientación, comparte análisis y reflexiones.

 

capitanich

“Somos un sostén”, destaca la licenciada Ignacia Capitanich, desde el área de Orientación de la FIO

13 de octubre de 2021

 

La FIO es la FIO con o sin pandemia y así lo sienten tanto estudiantes como docentes. Existe una identidad y un sentido de pertenencia en lo académico y vincular. Y hay una escucha, un monitoreo de cada trayectoria educativa mediante un abordaje interdisciplinario donde la psicología ocupa un rol determinante junto con la psicopedagogía y el trabajo social.


“Es un desafío acompañar en este contexto. Somos un sostén que, sin ser terapia, ofrece escucha de subjetividad en los y las estudiantes, y hacemos derivaciones o interconsultas cuando lo consideramos necesario”, dice la licenciada en Psicología Ignacia Capitanich e integrante del área de Orientación de la Facultad de Ingeniería donde trabaja con las Lic. María Inés Berrino y la Lic. Florencia Bellomo.


Hoy, como cada 13 de octubre, se conmemora en Argentina el “Día del Psicólogo” luego de que la Confederación de Psicólogos de la República Argentina convocara al Primer Encuentro Nacional de Psicólogos y Estudiantes de Psicología en la ciudad de Córdoba, en 1974.


En sintonía con esta fecha, la FIO intenta valor la tarea del psicólogo educativo a la hora de ayudar a las/los estudiantes a elegir sus estudios y futura profesión, diseñar programas educativos, fortalecer herramientas de aprendizaje y acompañar a las/los docentes para contribuir en la calidad educativa.


Abordaje integral


En la FIO hay dos campos de acción que promueven dicho proceso. Por un lado y puertas adentro, se hace la Planificación de la Carrera Universitaria (PCU) donde se contemplan la trayectoria educativa, ingreso, permanencia, servicios estudiantiles, sostenimiento de cursadas, cierre de formación de grado y primeras inserciones profesionales.

 

ovo

María Inés Berrino, Ignacia Capitanich y Florencia Bellomo, integrantes del área de Orientación de la FIO


Pero también se realiza la Orientación Vocacional Ocupacional (OVO) destinada a escuelas secundarias y otras instituciones sociales para captar intereses y apuntalar la toma de decisiones.


Una tercera tarea es la de acompañar a los docentes a través de talleres.


“Trabajamos de modo integral” y el primer paso “siempre es el diálogo con trabajo social y psicopedagogía, enfocado hacia los y las estudiantes desde las trayectorias educativas”, explica la Lic. Capitanich.


¿Cómo se logra? Hay un “seguimiento de los y las estudiantes desde distintos emergentes como derivaciones de docentes, ausencias, desaprobados, dificultades individuales y/o grupales, y otros instrumentos de nuestro espacio como encuestas a ingresantes y entrevistas a estudiantes. A partir de toda esta información decidimos qué intervenciones hacer con estudiantes y docentes”, indica la profesional.


Las problemáticas son múltiples y diversas pero la crisis sanitaria por el Covid-19 “acentuó la dificultad familiar. Nos obligó a estar confinados, compartiendo espacios y tiempos que antes eran una salida exogámica. Ahora mucho de lo familiar entra a las clases, atraviesa la pantalla, en estudiantes y docentes. Ha sido fuerte. Cambiaron las rutinas de estudio. El campus es hermoso, se usaba mucho y complica no contar con eso, además de las dificultades sociales de conectividad”, analiza la licenciada en psicología.


¿Cuál es la estrategia para tender puentes o generar atajos? Entrevistas, mensajes, videollamadas, charlas telefónicas. Eso permite detectar problemáticas y situaciones. Por ejemplo, en los egresos 2020 y 2021 del secundario “vemos un desgranamiento del vínculo con la tecnología. Bajó la conectividad. Se inscribieron cerca de 400 estudiantes y hubo muchas bajas. Hay un cansancio de uso de tecnología para la educación”, destaca Ignacia Capitanich con respecto al OVO.


Esa matrícula, cuando ingresó a la facultad “venía descreída de lo institucional y se sorprendió que alguien registrara una falta, si se prendía la cámara, si lograba conectarse, con docentes muy atentos”, valora la profesional.


La educación virtual, producto de la pandemia, generó una marea de pantallas en negro, silenciadas, y fue un enorme desafío que las/los docentes expusieron con inquietud. “Prender la cámara es un pedido de presencia, es una demanda de amor. Estamos demandado ´habilitame, registrame, dame existencia´. Y del lado de las y los estudiantes es a la inversa. Se meten en la pantalla muchas cosas que no aparecen en una selfie. Eso fue registrado por las y los docentes, que quieren verles las caras. Lo positivo es que la pandemia permitió hacer visible la ausencia y no daba lo mismo”.


Identidad FIO y desafíos


La educación superior, como hecho educativo social e individual, requiere de un modelo de asesoría y de atención integral. “Siempre aparece un desafío nuevo, algo que ajustar” y las demandas son diversas porque “además de estudiantes son personas y la pandemia afectó mucho los vínculos”, enfatiza la Lic. Capitanich.


En la universidad la forma de vincularse entre compañeras y compañeros es comunidad y si bien “cuesta armar grupos de virtualidad aun así lo hacen. Cuesta el acompañamiento desde nosotros y entre ellos, que es muy logrado en la presencialidad”, compara la profesional.


El dato alentador es que “hay un sentido de pertenencia, una identidad de la FIO muy fuerte. Acceden por las ofertas en lo académico pero también por lo vincular. Hay lazo. Hay peñas, jornadas, tutorías, acompañamiento, becas y nosotras ofreciendo escucha”, remarca.

 

zoom ovo

Hay un acompañamiento a estudiantes y docentes con charlas, videollamadas, encuestas y talleres


La era virtual exigió una readaptación en esos modos de relacionarse pero “se fortaleció muchísimo el vínculo docente/estudiante con posibilidad de dialogar. Esa fue la ganancia que podemos sacar. Hubo interés por mantener vínculo. La virtualidad permite el uno a uno, mandar un mensaje o mirar en el foro qué dice el resto. La unidad académica dio herramientas para que el vínculo se fortaleciera y se visibilizara el deseo; lo más importante para sostener cualquier relación”, apunta Capitanich.


No prestan asistencia psicológica pero sí hay transferencia. Desde la psicología, “acompañamos, incluso duelos o situaciones particulares. Nos hemos visto 5 ó 6 veces sostenidas con un estudiante y eso oficia de sostén. Hago derivaciones a psicología o psiquiatría, pido interconsultas, evalúo si es necesario un tratamiento y que se acredite que lo hagan porque es parte de la escucha. Es una enorme responsabilidad pero está el deseo”, concluye, con enorme gratificación, la Lic. Ignacia Capitanich.

 

 

facefio
twfio
youtubefio
instagramfio