Archivo de Noticias

 Cuatro estudiantes de la FIO cuentan su experiencia.

 

ELECTROMEDICINA PORTADA2

 

•15 de diciembre de 2021

 

A un paso de graduarse, hay estudiantes que ya manipularon tecnologías médicas y salieron al territorio. Otros están en lista de espera, dispuestos a calcar la receta. Todos se resignificaron a partir de la pandemia y ya se imaginan en diferentes ámbitos de trabajo.

 

Desde la terapia intensiva y la medicina nuclear a la posibilidad de especializarse y probar suerte dentro o fuera del país. Ese es el abanico de posibilidades que encuentran cuatro alumnos de la Facultad de Ingeniería que están a un paso de egresar de la Tecnicatura en Electromedicina. Que es de corta duración, tiene rápida salida laboral y, básicamente, les atrae la electrónica fueron algunas de las razones de peso a la hora de cursar esta opción académica, atravesada por la pandemia.


Valentín Steffen eligió esta carrera porque dura tres años y le permitía estudiar mientras trabajaba aunque también puso sobre la balanza la que una amplia demanda de empleo respecto de otras disciplinas y, básicamente, le gusta la electrónica. “Descubrí que no solo me gusta la parte técnica-electrónica sino también el área de gestión de los sistemas de salud” por lo que su expectativa es que “vuelva a abrir la Licenciatura en Tecnologías Médicas para poder capacitarme en esa área”, apunta el joven de 26 años.

TUE CESAR SILVESTRO


“La electromedicina es muy amplia y es un desafío constante, ya que hay que adecuarse a las distintas ramas de la tecnología médica. La medicina avanza y los equipos se van renovando, llegan nuevas tecnologías más eficientes y complejas y hay que estar capacitado y mantener todo el

equipamiento funcionando”, asume el joven de Lobería.


César Matías Silvestro, de 32 años, quería “formarme como profesional en electromedicina porque me llamaba la atención la parte técnica de los equipos médicos” y hoy, a un paso del final de carrera, rescata la “variedad de ramas que se encuentran dentro de la electromedicina” en cuanto a las oportunidades laborales y retos que presenta.

 

 
La historia de Federico Barralle, de 23 años, es diferente. Llegó a la electromedicina como segunda opción, después de abandonar otra carrera. “Me motivó el plan de estudios y los comentarios acerca de la amplia salida laboral” y a medida que se acerca a la graduación está convencido de que “las áreas críticas, como la terapia intensiva, es lo que más me atrae”.


“Considero que el aporte del técnico es de vital importancia ya que el equipamiento debe estar funcionando correctamente en todo momento para salvar la vida de los pacientes”, analiza el estudiante olavarriense.
Ulises Escala quería “tener más conocimientos sobre la electricidad y además prometieron trabajo inmediato que algunos de mis compañeros ya están teniendo”, argumenta. Tiene 23 años, es de San Cayetano y también observa el amplio abanico de posibilidades que ofrece la profesión aunque “me gustaría encontrar alguna especialización”.

 

Qué generó la pandemia

La pandemia causó impacto y les obligó a resignificar tanto saberes como metas. Valentín Steffen plantea que el Covid19 “académicamente fue positivo” porque “aproveché a dedicarme de lleno a cursar materias y dar finales. Pude avanzar con mayor ritmo y priorizar la meta”.

 

electromedicinasteffenescala

 Valentín Steffen valora su experiencia en el Hospital y destaca el rol de la FIO. Ulises Escala considera que el aporte del técnico es vital en cuanto al equipamiento.

 

Desde la óptica de César Silvestro, marzo de 2021 abrió un escenario “muy duro para todos y todas” y a nivel personal “me concentré en no perder el norte para mantenerme a flote entre tantas clases virtuales y horas delante de la PC”.

 

A Federico Barralle la crisis sanitaria le obligó a “resignar algunas metas, como viajes o el deporte”. No obstante, la extensa cuarentena “me motivó a enfocarme en mayor medida ya que es de las pocas actividades que pude continuar gracias a la virtualidad. Si bien esto trae sus dificultades también tuvo sus ventajas como lo fue, por ejemplo, el hecho de que las clases se puedan grabar y reverse, facilitando así la comprensión de los temas”.

 

En el caso de Ulises Escala, el #QuedateEnCasa resultó “desgastante e hizo que bajara el nivel y la dedicación”. Aun así, “me ayudó mucho tener las clases grabadas, me preparé mucho con los videos. Algunas cosas estaría bueno que ser conservaran en la pos pandemia como las clases grabadas, los videos, las encuestas”, ejemplifica.

 

Ir al campo y trabajar

 

Valentín Steffen ya hizo sus prácticas dentro del Hospital Municipal, en el área de Tecnología Médica. “Estuvimos arreglando equipos, haciendo mantenimiento preventivo, mantenimiento correctivo, ensayos de desempeño, pruebas y diagnóstico”, cuenta con entusiasmo. Pero más allá del aprendizaje técnico “estuvo bueno conocer la idiosincrasia del Hospital, muy propia de las prácticas y que se ve en ninguna materia”, enfatiza el joven.


César Silvestro siente que tiene un imán con la medicina nuclear aunque “toda la rama de imágenes es muy interesante, por su funcionamiento y lo avanzada de la tecnología utilizada”.
“Estando en Olavarría, lo más conveniente y pactado por la FIO, era realizar las prácticas en el Hospital Municipal ´Héctor Cura´ y fue un baldazo de realidad después de tanto PDF y lecturas”, reconoce tras calificar como “muy grato asimilar conocimientos de la teoría estando en las prácticas”.

 
En el mediano plazo, le interesaría “encontrarme desarrollando mi lado profesional, que fue siendo estimulado por parte de los docentes de la FIO”. Sus aprendizajes fueron en el taller del Departamento de Electromedicina, donde “llegaban la mayoría de los equipos. Aprendimos a hacer reparación de equipos médicos que vimos en las materias, a usar las herramientas y vimos cómo se maneja el sistema laboral”.
Ulises Escala tiene su mirada puesta a 150 kilómetros de Olavarría. “Me hablaron de la posibilidad de hacer las prácticas en el Hospital de Tandil, cosa que sería muy cómoda” y en el futuro cercano “hay mucho trabajo que requiere de estar dispuesto a ir tras él”, dice.


La Facultad de Ingeniería “nos prepara muy bien porque las empresas están muy satisfechas con el desempeño de los estudiantes. No es para menos porque es destacable la dedicación y profesionalismo de muchos profesores”, enfatiza el estudiante.


Federico Barralle planea dar sus primeros pasos prácticos en el Hospital Municipal de Olavarría, convencido de que “uno de los desafíos que plantea (la carrera) es la rápida resolución de problemas. Las instituciones médicas necesitan de sus equipos en todo momento y esto hace que en caso de alguna falla se deba resolver de manera inmediata o lo más rápido que se pueda”.

 

electromedicinabarralle

Federico Barralle sueña con poder desarrollarse profesionalmente dentro o fuera del país.


Sus perspectivas laborales son, en el corto plazo, conseguir un empleo que le brinde experiencia y más adelante “especializarme en algún área e ir a trabajar a otros lugares, ya sea otra provincia o incluso a otro país”.


Destaca el rol de la FIO en cuanto a “la obtención de empleo ya que es una facultad reconocida a nivel nacional y que tiene buena relación con varios centros médicos, haciendo que estos miren con buenos ojos a los egresados de esta facultad”.


Valentín Steffen también elogia el papel estratégico de Ingeniería ya que “con su portal de empleo nos acerca a los futuros profesionales a las fuentes de trabajo. Yo pude contactarme con una empresa de Buenos Aires interesada en contratar técnicos y estoy en tratativas para comenzar a trabajar”, valora el estudiante.


Unos y otros abrazan la electromedicina, en busca de ampliar fronteras tanto geográficas como del conocimiento para desarrollarse profesionalmente, con el sello de la FIO como principal carta de presentación.

 

 

facefio
twfio
youtubefio
instagramfio