Las IV Jornadas de Innovación Educativa “Dra. Adriana Cañizo” contaron con la participación de referentes de otras unidades académicas, presentaciones de experiencias diversas y una producción muy nutrida de materiales. Eso da cuenta de un campo de conocimiento en expansión que requiere de estos espacios para dialogar y seguir fortaleciendo las Jornadas, por lo que ya se está pensando en una edición para 2025.

Las IV Jornadas de Innovación Educativa se desarrollaron durante el 5 y 6 de octubre de este año. Abundan los indicadores que marcan el éxito de la propuesta. Desde los datos duros, la cantidad de inscriptos y los trabajos presentados abonan esa posición. Asimismo hay evidencias cualitativas que no se pueden medir pero han dejado sensaciones muy agradables, sostienen tanto Cristina Iturralde y Sabrina Bisogno Eyler, integrantes de la Comisión Organizadora, como Ana Fuhr en su rol de directora del Departamento de Formación Docente.

"Tuvimos participación de diferentes unidades académicas de la UNICEN”, sostienen con orgullo las referentes de la FIO. Es que además de la Facultad de Ingeniería, esta edición contó con la presencia de las facultades de Ciencias Sociales, Ciencias Exactas y Veterinaria. “No es casualidad”, afirman las docentes “ya que al mismo tiempo que crece la necesidad de generar nuevas herramientas de innovación en la docencia, se va consolidando el evento como un espacio de intercambio y creación de propuestas”.

El logro de los objetivos ya se avizoraba desde la convocatoria para la presentación de trabajos. “Formamos la Comisión Organizadora con docentes que representaron a los distintos departamentos y nodocentes, hubo buena predisposición de todos y mucho entusiasmo. Cuando empezamos a ver las consultas y la llegada de trabajos, así como los talleres que se iban conformando en la agenda, tuvimos la convicción de que este 2023 iba a ser un año especialmente exitoso para las Jornadas. Y así fue”.

Una de las características salientes de la conformación de los equipos de trabajo fue la interdisciplinariedad. “El intercambio entre todas las personas fue muy enriquecedor y fluyó sin inconvenientes”, afirman Iturralde, Fuhr y Bisogno Eyler.

Sabrina Bisogno Eyler, Cristina Iturralde y Ana Fuhr

Los temas abordados

La mayoría de los trabajos presentados en el Auditorio de la FIO estuvieron enfocados a la innovación, buscando el desarrollo de competencias blandas, siguiendo una tendencia evidenciada desde hace ya algunos años.

El trabajo en equipo, la comunicación efectiva y el uso de recursos tecnológicos que involucren a los estudiantes fueron algunos de los ejes por los que avanzó esta mirada. Algunas ponencias relataron la incorporación de problemas abiertos, en los cuales los estudiantes deben buscar información, tomar decisiones y comunicar de manera efectiva los resultados obtenidos.

Las tensiones generadas entre la educación presencial y la virtualidad en las universidades ocuparon otro lugar central en las reflexiones. La pandemia dejó nuevos caminos por recorrer en términos de virtualidad y las universidades aún tienen un interesante espacio de pensamiento sobre este tema, fueron parte de las conclusiones que arrojó el panel realizado sobre este punto.

No faltaron menciones a la curricularización de prácticas socioeducativas, la alfabetización académica en inglés, la integración de competencias comunicativas y estrategias de evaluación, la filiación institucional y la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
También hubo menciones para la Inteligencia Artificial, con su incesante avance sobre las prácticas docentes.

Interés por innovar

“Lo más interesante de estos encuentros es que quedan muchos disparadores para seguir trabajando”, sostienen las integrantes de la Comisión Organizadora. “Nos cuestionamos si darle a las Jornadas una frecuencia bienal es lo mejor. Finalmente creemos que sí, porque quienes asistieron se llevaron mucha información para reelaborar sus propios roles docentes, generar prácticas educativas en sus espacios, ponerlos en práctica y evaluar resultados. Dos años es un buen tiempo para volver a juntarnos en 2025 y compartir experiencias”, sostienen con entusiasmo.

Esta aseveración cobra singular importancia si se piensa que hubo una fuerte participación de cuadros jóvenes en las Jornadas. “Interpretamos esta señal como una muestra de interés por parte de las nuevas generaciones de docentes por mejorar sus procesos de enseñanza e irrumpir en las metodologías tradicionales proponiendo innovación y, por lo tanto, crecimiento”, afirman las referentes de la organización.

Como eje para profundizar en el marco de las jornadas se reflexiona sobre la importancia de que “el desarrollo de políticas académicas que asuman configuraciones inclusivas y flexibles, capaces de ofrecer las mejores alternativas de formación disponibles acorde a los proyectos de las instituciones y atendiendo a los perfiles de las poblaciones estudiantiles”, analizan la Mg. Ángeles Schang y la Mg. Claudia Floris.

El cierre de las jornadas deja entusiasmo y un equipo consolidado para proyectar ya la próxima edición de las Jornadas en 2025. Además, establece un futuro que plantea interrogantes y una agenda nutrida para potenciar la innovación educativa.