Hacen cálculos, comparan, prueban, proponen soluciones y avanzan con tecnología aplicada. La producción y la medicina son ejes prioritarios y el trabajo en equipo un motor clave. Qué se mide y cómo se mide, cómo inciden las nuevas tecnologías y qué desafíos se asumen desde la Universidad pública.

“Es impensable un proceso sin datos y la industria es la que más demanda”, plantea el doctor en ingeniería eléctrica Silvano Rossi, como integrante del equipo de investigadores del Área de Electrónica, en el Departamento de Ingeniería Electromecánica de la FIO. La medición de variables físicas y la adquisición de datos son parte del menú cotidiano desde hace décadas pero se torna cada día más desafiante. Las exigencias del mundo actual, las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial no dan pausa y, al mismo tiempo, son motivaciones claves a la hora de hacer ciencia.

La medición de variables físicas y la adquisición de datos es “transversal y contempla desde la presión, temperatura, fuerza, el tiempo. Todo eso aplicado a la electromecánica en general pero había una necesidad en diferentes ámbitos”, admite el docente que apostó por la Facultad de Ingeniería luego de hacer un posgrado en Brasil.

“Lo enfocamos en aplicaciones vinculadas a los sistemas industriales, en electromecánica en general. Se miden diferentes variables físicas mecánicas, eléctricas, las procesamos, adquirimos información para llegar al usuario de manera amigable, para que haga un uso útil de esa información”, explica el Dr. Rossi, mientras pone en pausa su rutina académica. Trabaja junto a un equipo multidisciplinario integrado por el Ing. Roberto de la Vega, el Ing. Roberto Leegstra, el Lic. Franco Déber y el Bioing. Pedro Escobar.

¿Cuándo es necesario medir? “Surge por necesidad” y generalmente “viene de afuera y ha sido el carácter de nuestro proyecto siempre, hacer investigación aplicada con desarrollo, vinculación y transferencia”, analiza Silvano Rossi, destacando el perfil de articulación territorial que tiene la Facultad.

Con receta propia

Desde las detonaciones en una fábrica de explosivos en Sierras Bayas hasta una camilla de rehabilitación en CORPI o servicios que conectan a la institución con diferentes provincias del país, todo es parte de la hoja de ruta del grupo de investigación.

Con la medición de variables y adquisición de datos apuntan a “poner énfasis en las nuevas tecnologías, en innovación, en la disminución de consumos, que sean procesos más efectivos y rápidos y nos ocupamos de agregarle valor” mediante el desarrollo tecnológico, también aplicado.

“Es un área que constantemente te desafía en cuanto a nuevas tecnologías, más rápidas y amigables con el ambiente, con menor consumo y conexiones en red cada vez más exigentes”, reconoce el investigador tras mencionar que “los sistemas de adquisición de datos tuvieron mucho que ver con inicios del Intelymec” refiriéndose al grupo de Investigación Tecnológica en Electricidad y Mecatrónica de la FIO.

El sistema productivo regional encabeza el listado de servicios. “La industria más cercana es la que más demanda. Con la empresa ETA, de explosivos, investigamos un patrón de medición de tiempo en un equipo de detonaciones” para mejorar precisión y calidad, grafica el docente.

La salud está en agenda y cada vez adquiere mayor protagonismo. “Con CORPI tenemos un proyecto de extensión orientado a tecnologías asistivas, que contribuyen a rehabilitación de pacientes. Diseñamos una camilla y hacemos la asistencia porque hay que medir, procesar y obtener información” en busca de mejorar el servicio que presta el centro asistencial ubicado sobre la autopista Emiliozzi.

La camilla bipedestadora diseñada por investigadores de la Facultad es única en el país y sirvió para mejorar los tratamientos de rehabilitación en pacientes con patologías de miembros inferiores.

Con respecto a la Inteligencia Artificial al igual que la Industria 4.0 empiezan a “ser transversales a todo. Por ahora, somos más del desarrollo de campo, con sensores, adaptadores y monitoreo en busca de que llegue al usuario en forma amigable y visible para tomar decisiones básicas”, señala Rossi.

La principal fortaleza que tiene la FIO es, justamente, el vínculo estratégico que mantiene con las realidades más próximas. “Hacemos transferencia tecnológica que van al campo. Llevamos a los alumnos. Hacemos diagnóstico, propuesta de solución, pruebas y seguimiento”, describe el investigador.

Hacer ciencia y docencia

 
En paralelo, hay otro reto que prevalece y es que “como norte, esto va a la docencia para la formación de recursos humanos y en los proyectos finales de carrera, vinculados a la implementación”, destaca el Dr. Rossi, que se mudó de Tandil para estudiar en la FIO y eligió instalarse en Olavarría. Se graduó en 1999 y luego hizo un posgrado en Brasil, donde se doctoró en ingeniería eléctrica orientación en electrónica.

“Hoy hay que medir para conocer pero también trabajar la incertidumbre y hacerlo con la mejor eficiencia posible y en compromiso con ambiente. La medición existió siempre pero cada vez hay más desafíos”, asume el experto en datos.

¿Qué tipo de servicios se le solicitan a la FIO? “Diversos y que demandan determinado grado de exigencia, por ejemplo la medición de tiempos, muy pequeños, como nanosegundos, o también magnitudes del orden de los ´Giga´ siempre nos presentan desafíos”, dice Rossi.

Los planteos son los mismos pero con mayor exigencia. “Se sigue demandando medir en los procesos temperatura, presión o actuar sobre esas variables. Ha cambiado cómo eso llega al usuario final, con nuevas tecnologías a más velocidad, menor consumo y cómo se humaniza más la información que llega y eso ayuda a tomar mejores decisiones”, observa.

Uno de los horizontes que más expectativas genera es “la tecnología médica; la seguridad e higiene en el trabajo también”, ambas disciplinas incluidas dentro de la oferta académica de la FIO.

FIO y universidad pública

 
El prestigio de la FIO se pone de manifiesto cada vez que llega una demanda. “Siempre hubo reconocimiento, por eso recurren, consultan y hacen convenios para trabajar en conjunto”, valora el docente que tuvo y tiene propuestas de trabajo pero elige la FIO y la Universidad pública como su lugar en el mundo.

“Uno piensa en la carrera y en lo que la Universidad y la FIO me dieron y es, en parte, devolver. Yo me fui con una beca de la UNICEN a Brasil. Pero además hay mucho por hacer aun cuando faltan recursos. Juega un papel importante la transferencia y trabajar en conjunto”, enfatiza el investigador.

El desafío es seguir investigando y aprendiendo “en equipo, ese es el motor. Los éxitos y la aproximación al medio tiene que ver con el equipo, la FIO tiene mucho de esto como fortaleza incluso en contextos que a veces no son favorables. Batallamos bastante por cuestiones que en otros lugares están muy resueltas. A veces la investigación termina siendo gestión de muchas otras cosas. Hay que seguir apostando, apostar a la docencia, mi formación como investigación, pero hay que seguir apostando”, concluye con sentido de pertenencia y el sello de la FIO en su ADN.