Comenzaron las ilusiones de los ingenieros del futuro

Muchos de los jóvenes que comenzaron a estudiar en la Facultad de Ingeniería de Olavarría serán en pocos años los protagonistas capaces de generar riqueza, trabajo, y transformar la realidad.

Este es el rol que se espera de un profesional de la ingeniería, cuyo trabajo en la sociedad tiene un impacto cada vez más importante. Por eso el decano de la Facultad de Ingeniería de Olavarría, Fabián Irassar, entiende como un desafío la formación integral de los alumnos, sobre todo con quienes recién empiezan a transitar las aulas universitarias.

Irassar insiste con un problema estructural de arrastre que todavía el país no ha logrado resolver: la escasez de ingenieros. Si bien la salida laboral para los nuevos graduados y hasta para los alumnos avanzados es prácticamente inmediata, no alcanzan a cubrir las creciente demandas de recursos del mundo.

El decano indicó que "serán los jóvenes que hoy ingresan a nuestra Facultad los que tendrán en un futuro el compromiso de generar recursos en infraestructura, servicios, energía, comunicaciones, alimentos, medio ambiente, investigación, educación, gestión de empresas, y todo desarrollo que sea sustentable para el bienestar de la sociedad". Este desarrollo, naturalmente, tiene una carga ineludible de componentes ingenieriles y de las ciencias duras.

"Las ingenieras están basadas en conocimientos físico matemáticos, que si bien al principio resultan difíciles de comprender, son la base para poder hacer nuevos productos, procesos, y condiciones que permitan el desarrollo de la sociedad", remarcó Irassar. "Todos aquellos que crean que las ingenierías son difíciles yo les diría que sólo son carreras que requieren dedicación, pero no de una dificultad extrema. Tienen complejidades que no son difíciles de sortear", agregó.

Cuando se trata de exigirle respuestas al futuro, la ingeniería es una de las posibilidades de superarse personalmente a través del estudio. "Es una herramienta que más allá de moldear una profesión es un modo de vida que da muchas satisfacciones, entre ellas la de poder resolver problemas que mejoran la calidad de vida, incluso con la capacidad de reinventarse permanentemente", subrayó el decano.

La influencia de la Facultad

En los últimos cuarenta años, la presencia de la Facultad de Ingeniería en la región ha sido fundamental para los sectores productivos, de gestión, y de desarrollo. Cientos de jóvenes que comenzaron sus estudios universitarios afrontando sus miedos y expectativas, han llegado a ocupar puestos de relevancia en empresas nacionales, y extranjeras. Muchos son actualmente exitosos empresarios, otros destacados investigadores, y hay quienes eligieron desempeñarse en la administración pública. Todos pasaron por las aulas y laboratorios de Ingeniería, y hoy pueden demostrar a la sociedad la calidad de la enseñanza que recibieron.

Como resultado de esa dedicación que se requiere de los jóvenes, la Facultad ya entregó más de 1200 diplomas a ingenieros civiles, electromecánicos, industriales, químicos, en seguridad e higiene, a licenciados en enseñanza de las ciencias naturales, en Tecnología de los Alimentos, a profesores en Química, a Técnicos en Electromedicina, y a otros profesionales que decidieron especializarse en sus conocimientos.

Por sus características, Ingeniería tiene una vida universitaria donde se destaca el trato personalizado entre profesores y alumnos, una adaptación más rápida al entorno, un acceso más fluido a los laboratorios, lo que fomenta un sentido de pertenencia e identificación muy valorada entre los jóvenes.

Con todo, el decano de la Facultad promueve y alienta todas las ilusiones que tienen los alumnos sobre la carrera universitaria elegida, sobre su vida profesional, los desafíos que encontrarán en el camino del conocimiento, y la experiencia invalorable de construirse un futuro.